¿Qué es la Sanación Intergeneracional?

¿Qué es la Sanación Intergeneracional?

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Escrito por: La redacción de Top Doctors Fuentes: Top Doctors CO
Editado por: el 04/04/2023

Reconocer, identificar, perdonarse y perdonar, sanar y vivir son pasos fundamentales para llevar a cabo una Sanación Intergeneracional, la cual tiene como objetivo que las personas se sientan bien consigo mismas

 

 

Consiste en determinar los momentos que son significativos en el transcurrir de nuestras vidas a nivel personal o familiar, específicamente los eventos traumáticos a los que nos enfrentamos. Se trata de detectar esas creencias negativas que atan o limitan la evolución de la vida o el desarrollo del proyecto de vida y que muchas han sido heredadas de generación en generación.Si estas creencias se asumen de manera negativa, se convierten en creencias limitantes o ataduras que afectan nuestro presente y futuro.

 

Las ataduras son originadas por el miedo que generamos ante un pensamiento, sentir, acción o situación. Estos miedos o ataduras se impregnan en el óvulo y espermatozoide, los cuales se concentran en la codificación del ADN como la información emocional y afectiva, características de personalidad, facciones físicas, etc.

 

Liberando creencias negativas

 

Las lealtades, ataduras y creencias limitantes se deben liberar, soltar las cadenas que se forman o construyen por nuestros temores individuales o familiares. Se generan cadenas de maldiciones cuando las personas piensan o desean un mal a otra persona por algo malo que les hicieron o algo que les aconteció que se signifique de manera negativa. Se pueden heredar enfermedades (sintomatologías) que son producto de los pensamientos que nos hacen reaccionar de una manera negativa (emociones) y estos pensamientos al ser reiterativos se convierten en creencias, las cuales influyen en nuestras actitudes o manera de comportarnos hasta convertirlos en hábitos de vida.

 

Por ende, se sugiere replantear estas creencias, resignificarlas positivamente, detectar el aprendizaje que nos deja para poderlo aplicar en el día a día y así sanar para tener calidad, bienestar, prosperidad y salud integral.

 

Un aspecto importante para tener presente es ¿Cómo sucede el acto sexual entre los progenitores? ¿Qué pensamientos y estados emocionales como sentires tenían nuestros padres mientras tenían su relación sexual? ¿Nuestros padres sí se amaban o el acto se desarrolló de manera violenta? ¿Fui producto de una violación? ¿Qué paso durante mi embarazo? ¿Cómo era la relación entre mis padres durante el embarazo, nacimiento y crecimiento? ¿Qué situaciones, gestos, comentarios por parte de mis padres o familia o seres cercanos me hirieron? ¿Cómo eran mis padres conmigo? ¿Cómo me demostraban su amor, cómo me corregían? ¿Qué me enseñaban? ¿Cómo me educaban? ¿Cuáles fueron los valores y principios como creencias que me transmitieron?

 

Todas estas situaciones nos marcan o determinan nuestro pensar, sentir; origina o reafirma creencias, nos impulsa a reaccionar de manera positiva y negativa, lo cual se ve reflejado en cada comportamiento, actitud, pensamiento, opinión, decisión o comentario. 

 

Perdón a uno mismo: la clave esencial de la sanación

 

Para poder sanar estas situaciones dolorosas se debe realizar un proceso de sanación en donde la persona debe identificar lo que le hace daño, con sus miedos, sus emociones y sentires. Es cuestión de identificarse, reconocer lo que significa en nuestra vida cada situación y cómo nos ha afectado. En este proceso se enseña a las personas a reconoce como ser humano.

 

Es importante tener presente que, a pesar de que cometamos errores, estos nos enseñan a crecer, mejorar y madurar. Todo error genera un aprendizaje para evolucionar. Por eso debemos disponernos y permitir liberar, desatar, afrontar y perdonar todo aquello que nos molesta o genera un inconveniente para el desarrollo de nuestros deseos o propósitos.

 

Perdonar es resignificar la emoción negativa por una neutral. Perdonar no significa olvidar el suceso, ni seguir siendo el amigo de esa persona o tener relación con esa persona que causó daño, es soltar ese mal sentir para poder avanzar.

 

El primer perdón debe ser con uno mismo. Es importante perdonarnos para posteriormente perdir perdón a las personas que con nuestros malos actos (conscientes o inconscientes) hicimos daño.

 

Reconciliación interior

 

Es importante reconciliarte con la fuente de amor divino, ya que es conectarse con la fuente de amor puro que habita en nuestro interior. Es aprender a amarnos para poder liberar ese resentir o culpa que sentimos por nosotros mismos y ese resentir que se siente por la otra persona. Al perdonar, liberarnos ese resentir identificando un gran aprendizaje que contribuye en nuestro desarrollo de vida y nos brinda salud integral.

 

Por ello, es importante soltar esas cadenas o ataduras que dejaron nuestros antepasados por los errores cometidos y muchos de estos aconteceres se vuelven historias que se comentan de generación en generación y se heredan resentimientos, los cuales nos envenenan emocionalmente por atarnos a esas historias que se convierten en creencias y que cada generación familiar las acoge como patrón de vida.

 

Estos resentimientos nos pueden enfermar el cuerpo y la mente, además de que pueden influir en que los hijos nazcan con enfermedades del cuerpo, del alma o de la mente. Pero estos son productos de las creencias limitantes que fueron heredadas, adquiridas o aprendidas.

 

Por lo cual estas creencias que son limitantes se deben identificar para luego soltar, liberar, transformar o resignificar de una manera proactiva identificando el aprendizaje para así sanar, avanzar y no caer en esos errores, sino actuar con correctivos. Todo este proceso de sanación se realiza identificando, reconociendo, aceptando e incrementando el amor propio, el amor en la creación, la fuente Divina y hacia los demás.

Psicología