Los Tumores Cutáneos: tipología y cómo detectarlos
Los Tumores Cutáneos son proliferaciones de células que se desarrollan en la piel y son indoloros, en la mayoría de los casos. Se pueden dividir en tumores benignos y malignos
Tumores Cutáneos
Los Tumores Cutáneos son proliferaciones de células que se desarrollan en la piel y son indoloros, en la mayoría de los casos. Se pueden dividir en tumores benignos y malignos. Los tumores benignos pueden causar molestias estéticas o funcionales, pero no ponen en peligro la vida del paciente. Por el contrario, los tumores malignos tienen un comportamiento agresivo y producen, en función del tipo de que se trate, destrucción tisular local y/o diseminación a otros órganos (metástasis).
Dentro de estos se distinguen dos grandes grupos:
- Melanomas
- Tumores distintos del Melanoma (menos agresivos)
Los Melanomas son mucho menos frecuentes que estos otros tumores, pero a menudo son más agresivos, ya que pueden diseminarse y acabar con la vida del paciente.
Cambios en la piel cuando una lesión cutánea pigmentada es perjudicial
Se debe preocupar cuando crece mucho en poco tiempo, cambia de color, se ulcera, o causa molestias subjetivas como el picor. Para recordarlo, la regla ABCDE es muy útil, ya que resume todos estos signos de alarma: asimetría, bordes irregulares, color heterogéneo, diámetro mayor de 6 milímetros y cambios evolutivos.
Es aconsejable acudir al dermatólogo periódicamente, sobre todo cuando las lesiones se sitúan en zonas de difícil autocontrol, como la espalda, la cara posterior de las piernas o el cuero cabelludo.
Probabilidades que existe de desarrollar un tumor cutáneo si familiares lo han tenido
La predisposición hereditaria en el Cáncer de Piel es un hecho demostrado y debe ser tenido en cuenta tanto por los pacientes como por los dermatólogos que los atienden. Por este motivo, es aconsejable acudir al dermatólogo cuando familiares cercanos han sido diagnosticados de tumores malignos, y avisar a los doctores de este hecho.
Tratamientos que necesitan los tumores malignos
Deben ser eliminados. En función de la naturaleza del tumor, su tamaño, su localización, su agresividad y su capacidad de diseminación, se elegirá un método u otro. En la mayoría de los casos, el método de primera elección es la cirugía, ya sea convencional o con control de márgenes al microscopio (Cirugía de Mohs).
Alternativamente, puede emplearse la terapia fotodinámica, determinados tipos de láser ablativos, la Criocirugía, o tratamientos tópicos capaces de eliminar el tumor. La experiencia y la formación del dermatólogo también serán determinantes en la elección del método idóneo en cada caso.