¿Cómo manejas y enfrentas tus adversidades?

En tiempos difíciles o desafiantes la actitud es lo que cuenta, los que tienen actitud temerosa o defensiva se rinden rápido frente a las adversidades.

¿Te rindes con facilidad frente a desafíos?

No cabe duda de que las adversidades hacen parte de la vida diaria de las personas, lo que resulta entonces interesante es saber ¿cómo las enfrentas? ¿Qué manejo le das al enfrentarlas? Y luego de ello, ¿cómo aprendes de ellas? ¿O finalmente, llegas al punto de rendirte muy rápido cuando ellas aparecen en tu vida?

Quienes no aprenden rápido, pronto terminan asustándose, para ellos todo problema, por pequeño que sea, es una enorme hecatombe, y como resultado hacen una manifestación pública o una regresión a la infancia: gritan, lloran, hacen dramas variados y otros disfrazan sus miedos, reclamando, culpando a otros y disculpando su ineficacia con razones increíbles, desviándose o desistiendo del campo de batalla.

Adversidades y Triunfos

La adversidad es una oportunidad de rediseño, porque para enfrentarla deben generarse cambios, y todo proceso de cambio ofrece una oportunidad de rediseño y trae también obstáculos y dificultades. Avanzar hacia nuestras metas es como escalar un sendero hacia lo alto de la montaña, donde podremos vernos amenazados.

Habrá momentos en los que el camino se vuelva hermoso y amplio; Pero también habrá momentos en los que el camino se estreche y se vuelva tan desafiante que temamos avanzar. Y cuanto más elevado sea nuestro objetivo, más grandes serán los obstáculos.

¿Qué sentido tendría el triunfo sin el esfuerzo y la voluntad? ¿Cómo podríamos descubrir el sabor dulce sin experimentar lo salado? ¿cómo podríamos estando en el valle, llegar a la cima sin el esfuerzo de subir la montaña?

Proceso de cambio

Negar las dificultades que implica todo cambio, seria plantearse expectativas falsas que conducen naturalmente a la desilusión y a la desmotivación.

También debemos saber que el proceso de cambio nos desafía a salir de nuestra zona de comodidad, un desafío que hará que salgan a la luz rincones olvidados y despierten aspectos internos que se resisten al cambio, como la acumulación de miedos. Porque hasta que no seamos completamente libres, estaremos enfrentando una batalla al interior de nosotros mismos entre el triunfador y el saboteador.

Tipos de adversidades

Por ello quiero poner de presente tener claridad en las adversidades a las que te enfrentas en tu camino hacia los cambios que decides realizar en tu vida.

Enfrentarlas requiere de ciertos acompañamientos, bien sea de un buen Psicoterapeuta o un líder coach bien experimentado, ya que estos acompañamientos te pueden proveer de técnicas y prácticas completas y una supervisión en ese camino.

- Adversidades externas: son las más fáciles de identificar al ser los obstáculos que se presentan de forma evidente y se oponen a la realización de nuestros objetivos, las adversidades externas son situaciones inesperadas que se salen de tu control (un problema familiar, un cambio en la estructura de la empresa). Lo que recomiendo para ello y evitar percances y evaluar diferentes alternativas.

- Adversidad son las internas: Cuando se pretende un cambio, bien sea en tu vida personal, financiera, profesional, familiar o social, suele surgir una “fuerza misteriosa” que se opone al cambio, esa fuerza es un saboteador oculto y se alimenta con nuestros miedos formando un gris archivo con obstáculos internos.

Enemigo interno

La Autoconsciencia es y el primer paso para salir de la prisión interna, y debemos saber que el saboteador íntimo se oculta y alimenta de fuerzas que se oponen a nuestro progreso y evolución:

- Zona de confort

- Autosabotaje

- Creencias negativas

- Desmotivación

- Tendencia a desistir

Para esto se recomienda seguir cuatro pasos que apoyaran el trabajo de tus herramientas:

- Autoconsciencia

- Autoapoyo

- Autoresponsabilidad

- Autoliderazgo.

Todo este trabajo implica utilizar buenas herramientas, si no tienes claridad frente a ello, busca acompañamiento y con la firmeza y convicción de que conquistaras tus propósitos de seguro tu camino será sin duda más llevadero.

No es difícil, es desafiante. No es una prueba dura, es un llamado de la consciencia para que despiertes y aprendas a crecer y cambiar tu vida.