Arañas Vasculares

¿Qué son las Arañas Vasculares?

Las Arañas Vasculares son venas dilatadas que aparecen en las piernas y en la cara. Son visibles en la superficie de la piel gracias a su tonalidad roja, verde y azul. Su apariencia se asemeja a la tela de una araña o a las ramas de los árboles.

Las también llamadas "arañitas" son una versión más leve y menos complicada de las Várices. 

Síntomas de las Arañas Vasculares

Las Arañas Vasculares no suelen poner en riesgo la salud de quien las presenta; generalmente se intervienen por motivos estéticos.

Comúnmente no provocan síntomas, pero algunas personas podrían sentir calambres, hinchazón, picazón o pesadez en las piernas.

¿Cuáles son las causas de las Arañas Vasculares?

Las Arañas Vasculares se producen cuando hay una concentración de sangre en las venas. Esto ocurre porque las válvulas de las venas se debilitan e impiden la oxigenación y el flujo sanguíneo adecuado, lo que da lugar a las “arañitas”.

Hay diversos factores que aumentan el riesgo de desarrollar Arañas Vasculares:

• Edad: el paso del tiempo provoca que las venas se desgasten
• Embarazo
• Uso de anticonceptivos orales
• Terapia Hormonal de la Menopausia
• Antecedentes familiares
• Obesidad
• Sexo: las mujeres tienen más probabilidades de sufrir Arañas Vasculares
• Estar de pie o sentado durante largos periodos de tiempo
• Exposición al sol

Además de estos factores, padecer alguna enfermedad como la Cirrosis, Rosácea, Lupus y la Insuficiencia Venosa Crónica (IVM) influye en la aparición de “arañitas”. 

Pruebas médicas para evaluar las Arañas Vasculares

Normalmente el médico hará una exploración física de las Arañas Vasculares y comprobará si hay hinchazón en las piernas.

También se puede realizar una Ecografía para comprobar si las válvulas de las venas funcionan bien o si existe algún coágulo sanguíneo. Es una prueba no invasiva que emite imágenes de las venas de las piernas a una pantalla para que el especialista pueda verlas y analizarlas.

¿Se pueden prevenir?

Las Arañas Vasculares no se pueden prevenir por completo, pero hay una serie de medidas que pueden mejorar la circulación sanguínea y que pueden reducir las probabilidades de que se desarrollen:

• Mantener un peso adecuado y saludable: tener sobrepeso u Obesidad impide la correcta circulación de sangre por las venas.
• Hacer ejercicio de manera regular: la actividad física favorece la oxigenación sanguínea.
• Evitar el estreñimiento: el ejercer demasiada presión al defecar afecta los vasos sanguíneos e incluso podría provocar Hemorroides.
• Hacer pausas cuando se esté mucho rato sentado o de pie: permanecer en una sola posición por tiempos prolongados impiden el correcto bombeo de la sangre.
• Evitar el uso de pantalones ajustados y tacones altos: la circulación se verá favorecida si no se ejerce presión sobre la piel con la ropa o los zapatos.
• Evitar la ingesta de anticonceptivos orales: estos fármacos favorecen la retención de líquidos y provocan mala circulación.

Tratamientos para las Arañas Vasculares

Tomar medidas para mejorar la circulación sanguínea y llevar un estilo de vida saludable son los principales métodos para evitar o reducir la cantidad de Arañas Vasculares.

Los médicos también recomiendan colocar los pies sobre una superficie alta para favorecer la circulación y calmar los dolores (si es que existen).

Generalmente, los tratamientos se reservan para las venas varicosas más grandes que no son estéticamente agradables o que producen síntomas dolorosos. Sin embargo, las Arañas Vasculares también se pueden eliminar a través de procedimientos más drásticos, como el Láser Vascular, la Escleroterapia, Esclerosis Láser, Fotorejuvenecimiento Láser o el VenaSeal (que consiste en inyectar un adhesivo a las venas inflamadas para favorecer la circulación sanguínea).

Además, en el mercado existen cremas y medias de compresión para erradicar estas venitas.

Cabe mencionar que las Arañas Vasculares pueden desaparecer por sí solas, pero en cada paciente la situación es diferente.

¿Qué especialista lo trata?

El especialista en Angiología y Cirugía Vascular es quien comúnmente trata este padecimiento, aunque también podrías acudir con un experto en Flebología o en Medicina Estética.