Trastornos de la Personalidad: Tipos, síntomas y tratamientos
Desde una mirada clínica general, los Trastornos de la Personalidad se refieren a patrones persistentes de pensamiento, emoción y conducta que se desvían significativamente de lo esperado por la cultura y generan malestar o dificultades en la vida cotidiana.
Desde el Psicoanálisis, más que hablar de “trastorno”, se habla de estructura de la personalidad o estructura subjetiva.
Esto implica que la forma en que una persona piensa, ama, desea y se relaciona con los otros no es casual, sino el resultado de un modo particular en que se organizó su aparato psíquico, su relación con el deseo, la ley y el Otro.
En lugar de ver “trastornos” como fallas, el psicoanálisis los comprende como modos singulares de defensa y de organización del psiquismo ante la angustia y el conflicto inconsciente.
Tipos comunes de trastornos de la personalidad
El enfoque diagnóstico (como el DSM-5) clasifica los Trastornos de la Personalidad en tres grandes grupos (clústeres), aunque desde el Psicoanálisis preferimos pensar en estructuras clínicas (Neurosis, Psicosis, Perversión) y en posiciones subjetivas.
A modo de puente entre ambas perspectivas:
- Trastorno límite de la personalidad (TLP): Posición fronteriza entre neurosis y psicosis; fragilidad del yo, miedo al abandono, vacilación del deseo.
- Trastorno narcisista: Conflicto entre ideal del yo y yo ideal; dificultad para reconocer la alteridad
- Trastorno histriónico: Expresión teatral del deseo y la demanda de amor; predominio de la mirada del Otro
- Trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad: Rigidez, control, culpa inconsciente, relación con la ley y el deber
- Trastorno antisocial: Fallas en la internalización de la ley; relación con el goce y la transgresión
- Trastorno esquizoide o esquizotípico: Predominio del repliegue narcisista, dificultad para sostener el lazo social
Causas de los Trastornos de la Personalidad
Desde un punto de vista biográfico, se habla de una combinación de factores genéticos, ambientales y relacionales.
Pero desde el psicoanálisis, el acento está en la historia del sujeto y su constitución en el deseo del Otro:
- Cómo fue mirado, hablado y deseado
- Qué lugar ocupó en la dinámica familiar
- Cómo se inscribieron las experiencias de amor, pérdida, frustración y ley
El “trastorno” no es solo producto de traumas o herencias, sino del modo en que el sujeto se defendió frente a la angustia y al deseo del Otro.
¿Cómo se diagnostican y tratan estos Trastornos?
En la clínica psicoanalítica, más que un diagnóstico categórico, se busca comprender la estructura subjetiva que sostiene los síntomas.
El diagnóstico es estructural, no descriptivo:
- Se analiza la relación del sujeto con el lenguaje, el deseo, el goce y la ley
- Se atiende a cómo se organizan las defensas, la transferencia y la identidad
El tratamiento no busca “corregir” comportamientos, sino favorecer la palabra, la simbolización y el encuentro con el propio deseo.
A través del análisis, la persona puede reconocerse en su modo de amar, sufrir, repetirse y defenderse, abriendo la posibilidad de un cambio subjetivo más profundo que una simple modificación conductual.
¿Por qué es importante buscar ayuda profesional ante la sospecha de un Trastorno de la Personalidad?
Porque vivir desde un modo rígido o doloroso de relacionarse puede generar sufrimiento profundo, conflictos repetitivos, vacío o aislamiento.
El acompañamiento profesional —y especialmente un proceso psicoterapéutico con orientación psicoanalítica— ofrece:
- Un espacio de escucha sin juicio
- La posibilidad de poner palabras al malestar y reconocer la lógica inconsciente que lo sostiene
- La oportunidad de transformar el modo en que se vive el deseo, el vínculo y la angustia
El objetivo no es eliminar la estructura, sino ampliar los modos de estar en el mundo y hacer posible una vida más libre, más propia, más deseante.