¿Tengo hipersomnia o somnolencia excesiva diurna?
¿Qué es la Somnolencia Excesiva Diurna (SED)?
La Somnolencia Excesiva Diurna se define como una tendencia anormal a quedarse dormido durante el día o una dificultad persistente para mantenerse despierto y alerta en situaciones donde normalmente se espera vigilia.
Es importante no confundir la SED con otros síntomas similares:
- Fatiga: dificultad para iniciar o mantener actividades físicas o mentales.
- Apatía: disminución de la motivación para realizar actividades dirigidas a un objetivo.
Aunque pueden coexistir, no son lo mismo, y cada uno tiene causas y tratamientos diferentes.
Grados de Somnolencia Excesiva Diurna
La SED puede clasificarse según su intensidad en leve, moderada o severa:
SED leve
Se caracteriza por:
- Bostezos frecuentes
- Sensación de sueño
- Dificultad para concentrarse
En este grado no hay episodios de sueño involuntario ni microsueños.
SED moderada
Puede presentarse con:
- Microsueños
- Episodios de sueño involuntario en actividades sedentarias como leer, ver televisión o viajar como pasajero en transporte público.
SED severa
Se manifiesta con:
- “Ataques” de sueño involuntarios
- Episodios de sueño durante actividades activas como conducir, manejar maquinaria pesada, hablar o incluso comer
Este grado representa un alto riesgo para la seguridad personal y pública.
¿Por qué es importante atender la SED?
La Somnolencia Excesiva Diurna es un síntoma clave de trastornos del sueño y suele indicar mala calidad de sueño, cantidad insuficiente de sueño o ambas. Ignorarla puede tener consecuencias importantes, entre ellas:
- Mayor riesgo de enfermedad cardiovascular
- Accidentes de tránsito o laborales
- Disminución del rendimiento laboral o académico
- Afectación en la calidad de vida
Incluso, la SED ha sido reconocida como un problema de salud pública, ya que los episodios de sueño involuntario pueden desencadenar accidentes graves. Un ejemplo histórico es el accidente nuclear de Chernóbil (1986), donde la somnolencia excesiva en los trabajadores fue uno de los factores que contribuyó a errores humanos con consecuencias catastróficas.
Se estima que la SED afecta entre el 5% y el 15% de la población, y estudios recientes indican que una proporción significativa de personas presenta este síntoma sin recibir diagnóstico ni tratamiento oportuno.
¿Qué son las hipersomnias?
Las hipersomnias son un grupo de trastornos del sueño cuyo principal síntoma es la Somnolencia Excesiva Diurna. En estos casos, la SED no es causada por otros trastornos del sueño como apnea obstructiva, insomnio o alteraciones del ritmo circadiano.
Las hipersomnias suelen tener un origen central (cerebral) y se consideran resultado de una alteración neuroquímica en los sistemas que regulan la vigilia y el sueño, lo que afecta la capacidad del cerebro para mantenerse despierto.
Tipos de hipersomnias centrales
Dentro de esta clasificación se incluyen:
- Narcolepsia
- Hipersomnia idiopática (de causa desconocida)
- Síndrome de Kleine-Levin
- Hipersomnia secundaria a enfermedades médicas
- Hipersomnia asociada a trastornos psiquiátricos
- Hipersomnia relacionada con uso o abuso de sustancias
- Síndrome de sueño insuficiente
- Dormidores largos, considerados una variante normal: personas que necesitan más horas de sueño que el promedio para su edad, sin que exista un trastorno del sueño ni alteraciones en su arquitectura del sueño.
Diagnóstico, tratamiento y prevención
Tanto la SED como las hipersomnias tienen tratamiento, pero este depende de identificar correctamente la causa. Por ello, ante la presencia de somnolencia excesiva diurna, es fundamental acudir con un especialista en trastornos del sueño, idealmente una neuróloga con experiencia en medicina del sueño, quien podrá realizar una evaluación integral y solicitar estudios específicos.
En algunos casos, la SED puede prevenirse o mejorar asegurando horas suficientes de sueño y manteniendo una adecuada higiene del sueño, siempre que no sea consecuencia de un trastorno subyacente.