Pesarios Vaginales: Una alternativa efectiva para el manejo del Prolapso de Órganos Pélvicos

Publicado el: 23/04/2025 Editado por: Luis Ángel Cortina Sánchez el 23/04/2025

El Prolapso de Órganos Pélvicos es una condición frecuente que afecta la calidad de vida de muchas mujeres, especialmente en edades avanzadas o tras múltiples partos.


Una de las alternativas terapéuticas más efectivas, seguras y subutilizadas es el uso de Pesarios Vaginales.


¿Qué es un Prolapso de Órganos Pélvicos?

El Prolapso de Órganos Pélvicos ocurre cuando una o más de las paredes de la vagina descienden hacia el exterior del cuerpo. La vagina, un conducto que conecta la vulva con el cuello del útero, puede experimentar descenso en tres compartimientos principales:

  • Pared anterior: generalmente asociada a Cistocele (descenso de la vejiga)
  • Pared posterior: puede relacionarse con Rectocele (descenso del recto)
  • Compartimiento apical: involucra el útero o el fondo vaginal (si la paciente ya fue histerectomizada)


Este descenso puede generar síntomas como sensación de peso o bulto vaginal, molestias al caminar, dificultades urinarias o intestinales y afectación en las relaciones sexuales.

 

¿Qué es un Pesario Vaginal?

El Pesario es un dispositivo mecánico que se coloca dentro de la vagina con el objetivo de sostener los órganos pélvicos y aliviar los síntomas del Prolapso. Su uso se remonta a más de 2.000 años a.C., cuando se utilizaban piedras ovaladas —de ahí su nombre— para sostener las paredes vaginales descendidas.


El Pesario se introduce a través del introito vaginal (la entrada de la vagina), usualmente doblado, y una vez en el interior se despliega, ocupando el espacio necesario para mantener las estructuras en su posición. Suele describirse de manera sencilla a las pacientes como una “sombrillita” que se coloca cerrada y se abre dentro del canal vaginal.


Indicaciones del uso de Pesarios

Los Pesarios pueden utilizarse en distintas circunstancias:

  • Tratamiento temporal, mientras la paciente espera una cirugía
  • Evaluación funcional, para anticipar el resultado de una posible intervención quirúrgica
  • Tratamiento definitivo, en pacientes que no pueden o no desean operarse


Además de su utilidad en el prolapso, algunos modelos están diseñados para tratar la Incontinencia Urinaria de esfuerzo, aunque con una tasa de éxito moderada (alrededor del 50%).


Procedimiento de colocación

La colocación de un Pesario es sencilla y no requiere anestesia ni ingreso hospitalario. Se realiza en el consultorio médico de manera ambulatoria:

  • Se reduce manualmente el Prolapso
  • Se selecciona el tipo y tamaño de Pesario adecuados
  • Se lubrica el dispositivo
  • Se introduce cuidadosamente en la vagina
  • Se despliega para que cumpla su función de soporte


El alivio de los síntomas suele ser inmediato y significativo, mejorando la calidad de vida de forma notable.

 

Tipos y tallas de pesarios

Los Pesarios se clasifican en dos grandes grupos:

  • Pesarios de soporte: diseñados para sostener directamente el tejido descendido.
  • Pesarios de ocupación de espacio: se utilizan cuando es necesario llenar la cavidad vaginal para evitar el prolapso.


Existen múltiples formas (como anillos, cubos, donuts, entre otros) y tallas. La elección depende del tipo de Prolapso, el grado de severidad, la anatomía vaginal, la capacidad de la paciente para manipular el pesario y si desea mantener actividad sexual con penetración.


El Pesario ideal no debe causar dolor, no debe expulsarse espontáneamente y no debe generar obstrucción urinaria ni fecal.

 

Cuidados y seguimiento

El Pesario puede tener una vida útil aproximada de tres años, no por deterioro del material, sino por la acumulación de bacterias que pueden provocar:

  • Flujo vaginal anormal (leucorrea)
  • Mal olor
  • Úlceras por presión


Los cuidados varían según la paciente:

  • Pacientes que pueden automanipularlo: se recomienda retirarlo cada 2 o 3 días, lavarlo, hervirlo y volverlo a colocar al día siguiente
  • Pacientes que no pueden manipularlo: deben acudir a controles regulares con el especialista. El primer control se realiza al mes y luego cada tres meses


Un Pesario abandonado o mal manejado puede generar complicaciones graves como úlceras, infecciones, e incluso fístulas rectovaginales o vesicovaginales, que requieren tratamiento quirúrgico urgente.

 

El uso de Pesarios en el manejo del Prolapso de Órganos Pélvicos es una herramienta terapéutica valiosa y muchas veces subestimada. Bien indicado y con los cuidados adecuados, puede evitar la necesidad de cirugía, aliviar síntomas de forma inmediata y mejorar significativamente la calidad de vida de las pacientes.


A pesar de su eficacia, muchos profesionales de la salud no están suficientemente entrenados en su uso. Difundir el conocimiento sobre esta opción terapéutica es fundamental para ofrecer alternativas reales y seguras a las mujeres que sufren de esta condición. Por lo que, es fundamental acudir con Ginecólogos calificados.


Un Pesario bien elegido, bien colocado y bien seguido no solo alivia síntomas, sino que devuelve autonomía, comodidad y confianza a las pacientes. En palabras de muchas de ellas: "con el pesario, me cambió la vida".

Urología en Medellín

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