Patrón de pensamiento repetitivo, persistente y pasivamente enfocado en el malestar, problemas, eventos pasados o preocupaciones futuras, sin llegar a una solución o conclusión efectiva.
¿Te ha pasado algo así? Si constantemente sientes que tu mente está acelerada, que no puedes dejar de pensar en todo lo que hiciste, dijiste, o podría salir mal, es posible que estés experimentando Rumiación Mental.
¿Qué es la Rumiación Mental?
La Rumiación es un patrón de pensamiento repetitivo, negativo e incontrolable. La mente se queda “atascada” dando vueltas una y otra vez sobre los mismos temas: errores del pasado, preocupaciones por el futuro o inseguridades personales.
A diferencia de reflexionar de forma saludable, la rumiación no lleva a soluciones. Al contrario, alimenta la Ansiedad, el Insomnio y el agotamiento emocional.
¿Por qué ocurre?
La Rumiación puede estar relacionada con diferentes factores emocionales y de personalidad, como:
- Niveles altos de Ansiedad o Estrés
- Autoexigencia excesiva
- Perfeccionismo
- Dificultad para tolerar la incertidumbre
- Miedo a cometer errores o al juicio de los demás
Es importante saber que no es una cuestión de “pensar demasiado” por elección. Es un patrón aprendido que muchas veces se activa como una forma de intentar tener control o evitar el malestar. Pero paradójicamente, lo intensifica.
¿Qué tan común es?
Según Nolen-Hoeksema, S. en la investigación “The role of rumination in depressive disorders and mixed anxiety/depressive symptoms. Journal of Abnormal Psychology.” más del 60% de las personas que experimentan Ansiedad también lidian con Rumiación Mental constante.
¿Cómo empezar a gestionarla?
Aunque la Rumiación puede sentirse como algo inevitable, hay herramientas y estrategias que pueden ayudarte a reducir su impacto y recuperar tu bienestar mental.
Aquí algunas prácticas iniciales:
- Respiración consciente: ayuda a centrar tu atención en el presente y calmar el sistema nervioso
- Escritura emocional: poner en palabras tus pensamientos puede ayudarte a “sacarlos” de tu mente y verlos con más claridad
- Pausas activas: incorporar momentos de distracción saludable, como caminar, escuchar música o meditar
Pero más allá de estas herramientas, lo más importante es trabajar estos patrones de pensamiento en Psicoterapia. Un acompañamiento profesional puede ayudarte a identificar el origen de la Rumiación, aprender a responder de forma distinta a esos pensamientos y desarrollar recursos emocionales duraderos.
¿Cuándo buscar ayuda?
Si sientes que la Rumiación te está afectando en tu día a día, te impide descansar, tomar decisiones o disfrutar de las cosas que antes te gustaban, es momento de pedir ayuda. No tienes que esperar a que se vuelva insoportable para atenderlo.
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