El lagrimeo: Causas, efectos y soluciones
El lagrimeo es una condición frecuente que afecta a personas de todas las edades y puede tener múltiples causas y significados. Aunque solemos asociar las lágrimas con emociones intensas, el lagrimeo puede surgir por razones médicas, ambientales o incluso como respuesta a estímulos cotidianos.
¿Qué es el lagrimeo?
El lagrimeo se define como la producción excesiva de lágrimas desde el ojo (hipersecreción de lágrimas). Usualmente se usa de manera indistinta el término epífora, sin embargo, esta última es el término médico usado para describir el exceso de lágrimas que se desborda por fuera del párpado, que ocurre cuando las lágrimas no se drenan correctamente.
Este fenómeno puede ser temporal o convertirse en un problema crónico, dependiendo de la causa subyacente. Si bien las lágrimas cumplen funciones esenciales, como lubricar y proteger el ojo, su exceso puede provocar molestias, visión borrosa y dificultades en actividades cotidianas.
Causas comunes del lagrimeo y epífora
- Factores ambientales: El viento, el frío, la contaminación y el humo suelen estimular la producción de lágrimas para proteger la superficie ocular de agentes externos.
- Alergias: El contacto con alérgenos como el polvo, el polen o el pelo de animales puede desencadenar lagrimeo acompañado de picor y enrojecimiento.
- Infecciones: La conjuntivitis y otras infecciones oculares generan inflamación y, como respuesta, el organismo produce más lágrimas.
- Inflamación: La inflamación de la superficie ocular, que ocurre por ejemplo en la enfermedad de ojo seco y disfunción de glándulas de Meibomio, o del borde del párpado, como en blefaritis, irrita la córnea y estimula la producción excesiva de lágrimas.
- Problemas anatómicos: Obstrucciones en la vía lagrimal excretora dificultan el drenaje de las lágrimas, causando que se desborden.
- Uso de dispositivos electrónicos: Permanecer mucho tiempo frente a pantallas puede reducir la frecuencia de parpadeo y alterar la distribución de lágrimas, causando sequedad y, paradójicamente, lagrimeo reflejo.
El papel de las lágrimas en la salud ocular
Las lágrimas son fundamentales para mantener la integridad de la superficie ocular. Están compuestas por agua, lípidos, proteínas y otras sustancias que nutren y protegen el ojo de infecciones y daños. Cuando existe un desequilibrio en la producción o el drenaje de lágrimas, pueden aparecer síntomas como ardor, irritación, visión borrosa, lagrimeo y, en casos severos, infecciones recurrentes.
Impacto en la vida cotidiana
El lagrimeo excesivo puede resultar incómodo y afectar actividades como leer, conducir o trabajar frente a un computador. En ocasiones, las personas evitan salir al aire libre o exponerse a ciertas condiciones ambientales por temor a que el lagrimeo empeore. Además, el aspecto social y emocional no debe subestimarse, ya que el lagrimeo recurrente puede generar inseguridad y afectar la autoestima.
Diagnóstico y consulta médica
Ante la presencia de lagrimeo persistente, es recomendable consultar a un oftalmólogo con alta especialidad en cirugía plástica ocular, párpados, vía lagrimal y órbita. El especialista realizará una evaluación ocular, preguntará sobre antecedentes médicos, hará pruebas diagnósticas y podrá solicitar estudios específicos. El diagnóstico correcto es clave para establecer un tratamiento adecuado y evitar complicaciones a largo plazo.
Muchas veces la causa es múltiple y se debe establecer las posibles causas de lagrimeo en cada caso para poder definir el mejor tratamiento. Como causa del lagrimeo el paciente puede tener una combinación de condiciones que llevan al paciente al lagrimeo, como por ejemplo, malposiciones de los párpados, obstrucción de la vía lagrimal, blefaritis, conjuntivochalasis, inflamación de los puntos lagrimales, alteraciones en el parpadeo, entre otros. Y se deben ir tratando cada una de las condiciones.
Opciones de tratamiento
- Medicamentos: Gotas oftálmicas antihistamínicas o antibióticas pueden usarse para tratar alergias e infecciones.
- Procedimientos médicos: En casos de obstrucción, se puede recurrir a procedimientos quirúrgicos para destapar la vía lagrimal obstruida.
- Medidas preventivas: Evitar el contacto con agentes irritantes, mantener una buena higiene ocular y descansar de las pantallas ayuda a controlar el lagrimeo.
- Terapias complementarias: Rutina palpebral para blefaritis y disfunción de glándulas de Meibomio, drenaje de glándulas de Meibomio, terapia fotobiodinámica.
Consejos para prevenir el lagrimeo
- Mantén las manos y el rostro limpios para evitar infecciones oculares.
- Usa gafas de sol en ambientes ventosos o polvorientos.
- Descansa la vista cada 20 minutos cuando uses dispositivos electrónicos.
- Evita el contacto directo con alérgenos conocidos.
- Consulta al oftalmólogo ante cualquier cambio en la visión o síntomas persistentes.
El lagrimeo es un síntoma común que puede tener distintas causas y grados de severidad. Aunque en muchos casos es benigno y pasajero, su persistencia puede indicar problemas de salud ocular que requieren atención médica. Adoptar hábitos saludables, estar atento a los factores que lo desencadenan y acudir a especialistas son pasos fundamentales para mantener una buena salud visual y una mejor calidad de vida.
En definitiva, comprender el lagrimeo y saber cómo actuar frente a este síntoma permite afrontar el día a día con mayor tranquilidad, cuidando nuestros ojos y bienestar general. Si experimentas lagrimeo frecuente, no dudes en buscar orientación profesional para recibir un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado.