¿Qué son las Infecciones Musculoesqueléticas?
Las Infecciones Musculoesqueléticas son patologías infecciosas que afectan los componentes del sistema musculoesquelético: huesos, músculos, articulaciones, tendones y tejidos blandos. Son causadas principalmente por bacterias, aunque también pueden tener origen viral, micótico (hongos) o parasitario.
En términos médicos, son procesos inflamatorios de origen infeccioso que, si no se tratan adecuadamente y a tiempo, pueden causar daños permanentes, pérdida de función o incluso diseminación sistémica.
Estas infecciones son poco frecuentes, pero representan una urgencia médica, especialmente en niños, personas inmunosuprimidas y pacientes con enfermedades crónicas como Diabetes.
Tipos de Infecciones Musculoesqueléticas
Las principales clasificaciones incluyen:
Osteomielitis
Infección del hueso, que puede ser aguda o crónica. En adultos suele afectar la columna vertebral (Osteomielitis vertebral) y en niños, los huesos largos como el fémur o la tibia.
Artritis séptica
Afecta una o más articulaciones. Es común en la rodilla, la cadera o el hombro. La Artritis Séptica ausa inflamación severa y destrucción rápida del cartílago articular.
Miositis infecciosa
Inflamación e infección del tejido muscular. Puede desarrollarse tras traumatismos, cirugía o por diseminación hematógena.
Bursitis séptica
Inflamación de las bolsas sinoviales (bursas) causada por bacterias. A menudo ocurre en personas que realizan movimientos repetitivos o tienen prótesis articulares.
Infecciones de tejidos blandos (celulitis, abscesos, fasciitis necrotizante)
Estas son infecciones graves que pueden extenderse rápidamente. Requieren diagnóstico precoz y manejo quirúrgico urgente en muchos casos.
Pronóstico de las Infecciones Musculoesqueléticas
El pronóstico varía según:
- La rapidez en el diagnóstico y tratamiento
- El tipo de microorganismo causante
- La localización anatómica de la infección
- La condición general del paciente (inmunosupresión, comorbilidades)
Con tratamiento oportuno, muchas infecciones pueden curarse sin secuelas. Sin embargo, el retraso en el abordaje puede generar daño articular irreversible, necesidad de cirugía mayor o incluso Amputación.
Síntomas comunes de las Infecciones Musculoesqueléticas
Los síntomas varían según el tejido afectado, pero en general incluyen:
- Dolor localizado, intenso y persistente
- Inflamación y enrojecimiento
- Fiebre alta o febrícula
- Escalofríos, malestar general
- Limitación del movimiento en la zona afectada
- Drenaje purulento o presencia de abscesos (en infecciones avanzadas)
En niños, puede haber irritabilidad, rechazo al movimiento o cojera sin causa aparente.
¿Cuáles son las causas?
Las Infecciones Musculoesqueléticas pueden originarse por:
- Infección hematógena (bacterias en la sangre que se alojan en el hueso o músculo)
- Heridas contaminadas o traumatismos abiertos
- Procedimientos quirúrgicos o punciones articulares sin condiciones asépticas
- Presencia de cuerpos extraños (como Prótesis Articulares o fijadores externos)
- Inmunosupresión: Diabetes, VIH, uso crónico de corticosteroides
- Infecciones cutáneas no tratadas adecuadamente
Los gérmenes más comunes incluyen Staphylococcus aureus, Streptococcus spp. y bacilos gramnegativos, pero también pueden encontrarse Mycobacterium tuberculosis (en casos de osteomielitis tuberculosa) u hongos en pacientes inmunodeprimidos.
¿Cómo se diagnostican las Infecciones Musculoesqueléticas?
El diagnóstico de las Infecciones Musculoesqueléticas requiere un enfoque clínico y paraclínico integral. Las pruebas más utilizadas son:
- Exámenes de laboratorio: Hemograma completo (suele mostrar leucocitosis), PCR y velocidad de sedimentación globular (VSG), elevadas en infecciones activas, Hemocultivos, o cultivo de líquido articular o de tejido infectado
- Estudios de imagen: Radiografías simples (útiles en fases avanzadas), Resonancia magnética (ideal para detectar inflamación en tejidos blandos), Tomografía computarizada (útil para evaluar compromiso óseo profundo), Gammagrafía ósea (para localizar focos infecciosos ocultos)
- Biopsia o punción aspirativa: permite identificar el microorganismo y su sensibilidad a antibióticos, lo cual es clave para un tratamiento efectivo
¿Se pueden prevenir?
Muchas Infecciones Musculoesqueléticas son prevenibles. Algunas recomendaciones son:
- Tratamiento temprano de heridas y lesiones abiertas
- Control adecuado de enfermedades crónicas como Diabetes
- Uso adecuado de antibióticos antes y después de cirugías ortopédicas
- Aplicación de técnicas quirúrgicas asépticas
- Revisión y monitoreo de prótesis y dispositivos médicos implantables
- Adecuada higiene y cuidado de heridas
En el entorno hospitalario, los protocolos de control de infecciones son vitales para evitar infecciones nosocomiales postoperatorias.
Tratamientos disponibles
El tratamiento debe ser individualizado y puede incluir:
- Antibióticos: vía intravenosa en fases iniciales, y luego vía oral según evolución. La duración suele ser de 4 a 6 semanas, aunque puede extenderse en infecciones crónicas
- Cirugía: drenaje de abscesos o líquido purulento, limpieza quirúrgica (desbridamiento), resección ósea en osteomielitis crónica, o retiro de prótesis infectadas
- Rehabilitación física: es fundamental para recuperar la función muscular o articular tras la infección y la cirugía
¿Qué especialista trata las Infecciones Musculoesqueléticas?
El manejo de las Infecciones Musculoesqueléticas es interdisciplinario, e involucra a:
- Ortopedistas: diagnostican y realizan procedimientos quirúrgicos
- Médicos Infectólogos: guían el tratamiento antibiótico
- Reumatólogos: en casos de artritis infecciosa
- Fisiatras y fisioterapeutas: para la recuperación funcional
- Médicos Internistas: especialmente cuando hay enfermedades crónicas de base
Las Infecciones Musculoesqueléticas son entidades complejas pero tratables si se diagnostican a tiempo. Reconocer los síntomas, acudir al especialista adecuado y recibir un tratamiento oportuno puede marcar la diferencia entre una recuperación completa o complicaciones severas.