Nutrición Oncológica: estrategias para mejorar la calidad de vida y la tolerancia al tratamiento
La nutrición desempeña un papel fundamental en el manejo de los pacientes con cáncer, ya que una adecuada ingesta de nutrientes puede mejorar la tolerancia al tratamiento, reducir efectos secundarios y, en muchos casos, aumentar la supervivencia.
Importancia de los macronutrientes en la Nutrición Oncológica
Una alimentación equilibrada es esencial para mantener el estado nutricional y apoyar la función inmunológica durante el tratamiento del cáncer. Los principales macronutrientes involucrados son:
- Proteínas: son fundamentales para la reparación y regeneración de tejidos, así como para la formación de nuevas células. Su aporte adecuado ayuda a prevenir la pérdida de masa muscular, un problema común en pacientes oncológicos
- Grasas: los ácidos grasos esenciales, como el omega-3, tienen propiedades antiinflamatorias que pueden ser beneficiosas durante el tratamiento del Cáncer. Se recomienda el consumo de pescado azul, semillas de linaza y aceite de oliva virgen extra
- Hidratos de carbono: proporcionan la energía necesaria para las funciones corporales y el mantenimiento del peso corporal. Se deben elegir fuentes de carbohidratos complejos como cereales integrales, legumbres y tubérculos
- Vitaminas y minerales: aunque requeridos en menores cantidades, son esenciales para el funcionamiento del sistema inmunológico y la reparación celular. Es importante ajustar su ingesta según las necesidades individuales y posibles deficiencias
Recomendaciones dietéticas según síntomas comunes
Los pacientes oncológicos pueden experimentar diversos efectos secundarios que afectan su capacidad para alimentarse adecuadamente. A continuación, se presentan recomendaciones específicas para manejar algunos de los síntomas más comunes:
Náuseas y Vómitos
- Consumir 5 a 6 comidas pequeñas al día en lugar de 3 grandes
- Elegir alimentos secos y blandos, como galletas saladas, pan tostado o cereales secos
- Evitar alimentos con olores fuertes y preparar comidas a temperatura ambiente o frías
- Beber líquidos en pequeñas cantidades entre comidas para evitar la sensación de plenitud
- Utilizar jengibre o caramelos de menta para aliviar el mal sabor de boca
La frecuencia y cantidad de comidas debe adaptarse a la tolerancia individual del paciente, evitando sobrecargar el sistema digestivo, ya que en algunos casos un exceso de ingestas pequeñas puede generar mayor malestar o indigestión.
Diarrea
- Reducir el consumo de alimentos ricos en fibra, como frutas y verduras crudas, y optar por versiones cocidas o en puré
- Evitar productos lácteos si se presenta intolerancia a la lactosa
- Limitar el consumo de grasas, especialmente fritos y empanizados
- Mantener una adecuada hidratación, consumiendo líquidos como agua, caldos claros y sueros de rehidratación oral
Estomatitis y Mucositis
- Preferir alimentos suaves, blandos y bien cocidos que sean fáciles de tragar
- Evitar alimentos picantes, ácidos o muy condimentados que puedan irritar las mucosas
- Mantener una excelente higiene bucal y utilizar enjuagues sin alcohol para aliviar la irritación
- En algunos casos, se pueden utilizar suplementos nutricionales líquidos o en polvo para cubrir las necesidades dietéticas
Nutrición enteral y parenteral
Cuando la vía oral no es viable o suficiente para cubrir los requerimientos nutricionales, la nutrición enteral y parenteral se convierten en herramientas fundamentales para evitar o corregir la desnutrición en pacientes oncológicos.
Su implementación adecuada puede marcar una gran diferencia en la evolución clínica, tolerancia al tratamiento y pronóstico general.
Nutrición Enteral (NE)
La nutrición Enteral consiste en la administración de nutrientes directamente al tracto gastrointestinal, generalmente mediante sondas (nasogástrica, nasoyeyunal, gastrostomía o yeyunostomía), cuando el paciente no puede masticar o tragar, pero su sistema digestivo funciona adecuadamente.
Indicaciones comunes en pacientes oncológicos:
- Tumores de Cabeza y Cuello que interfieren con la deglución
- Obstrucción esofágica o gástrica parcial
- Estomatitis o Mucositis severas que impiden la ingesta oral
- Caquexia o Anorexia severa con aporte oral insuficiente
Ventajas de la Nutrición Enteral (NE):
- Es más fisiológica que la nutrición parenteral, ya que mantiene la integridad intestinal y su flora
- Reduce el riesgo de infecciones bacterianas sistémicas
- Tiene menor coste y menor riesgo de complicaciones metabólicas
- Permite una personalización del aporte calórico, proteico y de micronutrientes
Se utilizan fórmulas específicas que pueden adaptarse a las necesidades del paciente (hipercalóricas, hiperproteicas, sin lactosa, con fibra, inmunomoduladoras, entre otras), y se administran de forma intermitente o continua, según tolerancia.
Nutrición Parenteral (NP)
La nutrición Parenteral se emplea cuando el tubo digestivo no es funcional o está contraindicado. Los nutrientes se administran directamente en la circulación sanguínea a través de catéteres venosos centrales o periféricos.
Indicaciones principales:
- Obstrucción intestinal total o íleo paralítico
- Enteritis por radiación o Diarreas refractarias que impiden la absorción adecuada
- Mucositis grado 3-4 que impide cualquier tipo de ingesta oral o enteral
- Fístulas digestivas de alto débito o Pancreatitis grave
- Pérdida de masa muscular acelerada con imposibilidad de soporte enteral adecuado
Componentes de la Nutrición Parenteral:
- Macronutrientes (aminoácidos, lípidos y glucosa)
- Micronutrientes (electrolitos, vitaminas, oligoelementos)
- Agua (ajustada a la hidratación y función renal del paciente)
La Nutrición Parenteral requiere un monitoreo estricto para prevenir complicaciones como infecciones relacionadas con el catéter, alteraciones electrolíticas, Hiperglucemia, Disfunción Hepática o síndrome de realimentación. Por ello, debe ser indicada, formulada y supervisada por un equipo multidisciplinario, idealmente en un entorno hospitalario o bajo estricta vigilancia ambulatoria.
Elección del tipo de soporte nutricional
La elección entre Nutrición Enteral y Nutrición Parenteral depende de múltiples factores:
- Funcionalidad del tubo digestivo
- Estado clínico del paciente
- Localización del tumor
- Tipo y fase del tratamiento oncológico
- Posibilidades de recuperación de la vía oral
Siempre que sea posible, se prioriza la Nutrición Enteral, ya que presenta menos riesgos y mantiene la funcionalidad gastrointestinal. Además, su uso permite conservar la función motora oral (motricidad orofacial), lo que favorece la coordinación de la masticación y la deglución, aspectos clave en la rehabilitación nutricional. Sin embargo, la Nutrición Parenteral salva vidas en situaciones donde la Nutrición Enteral no es viable, y es imprescindible para mantener la estabilidad nutricional del paciente durante fases críticas del tratamiento.
Rol del equipo multidisciplinario
El manejo adecuado del soporte nutricional especializado requiere la intervención conjunta de médicos Oncólogos, Nutricionistas Clínicos, enfermería especializada y farmacéuticos.
Este trabajo colaborativo asegura:
- Un aporte calórico y proteico adecuado
- Prevención de deficiencias nutricionales
- Control de efectos secundarios nutricionales
- Monitoreo de la respuesta metabólica
- Mejora de la calidad de vida del paciente
Prevención de la desnutrición
La Desnutrición es una complicación frecuente en pacientes con Cáncer y puede afectar negativamente la respuesta al tratamiento. Mantener un adecuado estado nutricional es crucial para:
- Mejorar la tolerancia a los tratamientos oncológicos
- Reducir la frecuencia y gravedad de los efectos secundarios
- Prevenir la pérdida de masa muscular y la caquexia oncológica
- Mejorar la calidad de vida del paciente
Estudios han demostrado que los pacientes que reciben atención nutricional adecuada pueden mejorar su supervivencia en un 30%.