La Mamoplastia de Aumento, también conocida como Aumento Mamario, es una intervención quirúrgica cuyo objetivo principal es aumentar el volumen, mejorar la forma o restaurar la simetría de las mamas mediante la colocación de implantes o, en algunos casos, con injertos de grasa.
Esta cirugía se encuentra entre los procedimientos estéticos más realizados a nivel mundial y ha evolucionado considerablemente en términos de técnica, seguridad y resultados.
¿Qué es la Mamoplastia de Aumento?
La Mamoplastia de Aumento es un procedimiento quirúrgico reconstructivo o estético que busca aumentar el volumen mamario. Es comúnmente solicitada por mujeres que desean mejorar su silueta corporal, recuperar el volumen perdido tras el Embarazo, la Lactancia o la pérdida de peso, o corregir una Asimetría Mamaria significativa.
La cirugía puede realizarse mediante dos enfoques principales:
- Colocación de Implantes Mamarios (silicona o solución salina)
- Lipoimplante mamario o Lipotransferencia, técnica más reciente que utiliza la propia grasa de la paciente
Tipos de Implantes Mamarios
Los implantes utilizados en la Mamoplastia de Aumento se clasifican de acuerdo con varios criterios:
Según el contenido del implante:
- Silicona: implantes de gel cohesivo, con sensación más natural y menor riesgo de ondulación. Son los más utilizados actualmente
- Solución salina: implantes rellenados con agua salina estéril. En caso de ruptura, el líquido es absorbido por el organismo sin complicaciones mayores
Según la forma:
- Redondos: ofrecen mayor plenitud en el polo superior. Ideal para quienes buscan mayor proyección y escote
- Anatómicos o en forma de lágrima: tienen una forma que imita la mama natural. Son útiles en reconstrucciones o cuando se busca un aspecto más discreto
Según la superficie:
- Lisos: tienen menor fricción con los tejidos, pero pueden desplazarse más fácilmente
- Texturizados: se adhieren al tejido circundante, lo que reduce el riesgo de desplazamiento y contractura capsular
- Nanotexturizados: nueva tecnología que combina suavidad y adherencia con menor riesgo de complicaciones
Según la proyección o perfil:
- Bajo, moderado, alto y ultra alto: esta clasificación se relaciona con la cantidad que el implante proyecta hacia adelante desde el tórax. Se elige según las proporciones del tórax y el resultado deseado
Evaluación preoperatoria y selección del implante
La elección del implante no debe basarse únicamente en referencias visuales o experiencias de otras pacientes. Se requiere una evaluación anatómica rigurosa que incluye:
- Tamaño y forma del tórax
- Base mamaria y distancia intermamaria
- Calidad y grosor de la piel y tejidos subcutáneos
- Expectativas de volumen y proyección
- Tono muscular y grado de Ptosis (caída mamaria)
Mediante el uso de herramientas como la cinta métrica en pulgadas, el cirujano calcula el diámetro de base del implante, su altura, y la proyección necesaria para lograr un resultado armónico. La comunicación clara con el paciente es esencial para comprender qué resultados desea obtener.
Técnicas quirúrgicas
La posición del implante puede variar de acuerdo a la anatomía de la paciente, las características del tejido mamario y el tipo de implante utilizado. Las principales ubicaciones son:
- Subglandular (retroglandular): el implante se coloca detrás del tejido mamario, pero delante del músculo pectoral. Ofrece una recuperación más rápida, pero puede tener mayor riesgo de visibilidad o palpación en pacientes delgadas
- Submuscular (retromuscular): el implante se coloca debajo del músculo pectoral mayor. Esta técnica ofrece un aspecto más natural, menor riesgo de contractura capsular y es ideal para pacientes con poco tejido mamario
- Plano dual o técnica dual-plane: el implante se coloca parcialmente debajo del músculo en su parte superior, y debajo de la glándula en su parte inferior. Es una técnica versátil que ofrece un excelente resultado estético y funcional
Proceso de recuperación postoperatoria
El posoperatorio de una Mamoplastia de Aumento está bien protocolizado y suele ser bien tolerado por la mayoría de pacientes. Las recomendaciones generales incluyen:
- Uso de brasier postoperatorio y, en algunos casos, banda compresiva superior
- Evitar el esfuerzo físico y levantar los brazos por encima de la cabeza durante las primeras dos semanas
- Controlar la inflamación con antiinflamatorios y mantener seguimiento clínico para evaluar la evolución
- Curaciones regulares y retiro de puntos a partir del séptimo día
- Evaluación del resultado final a los 3 meses para Mamoplastia de Aumento sin pexia, y a los 6 meses en casos de Mastopexia con implante
Complicaciones y manejo de riesgos
Aunque es una cirugía segura, la Mamoplastia de Aumento puede presentar algunas complicaciones. Entre las más frecuentes están:
Riesgos tempranos
- Hematoma: acumulación de sangre, más frecuente en las primeras 48 horas
- Infección: poco común si se siguen las recomendaciones médicas
- Dehiscencia de suturas: puede ser resultado de tensión o esfuerzo postoperatorio
Riesgos tardíos
- Contractura capsular: endurecimiento del implante por fibrosis excesiva. Puede causar dolor y distorsión de la mama
- Ruptura del implante: aunque poco frecuente, requiere reemplazo quirúrgico
- Alteraciones en la sensibilidad areolar: usualmente transitorias, con recuperación en un plazo de 6 meses
- Rotación del implante anatómico: puede afectar la simetría
Lactancia y Mamoplastia de Aumento
Una preocupación común es si se podrá lactar después de la cirugía. En la mayoría de los casos, la Mamoplastia de Aumento no interfiere con la Lactancia, ya que no se alteran los conductos galactóforos ni la glándula mamaria significativamente.
En casos de Reducción Mamaria o técnicas combinadas con pexia, el riesgo de alteración en la Lactancia depende del tipo de incisión y de la cantidad de tejido glandular resecado.
Explantación Mamaria: ¿Por qué algunas pacientes deciden retirar sus implantes?
La explantación mamaria se realiza cuando una paciente decide retirar sus implantes de forma definitiva. Las razones pueden ser médicas, estéticas o personales. Algunas causas incluyen:
- Rotura o contractura del implante
- Síntomas inflamatorios o síndrome de Asia (síndrome autoinmune/inflamatorio inducido por adyuvantes, aún en estudio)
- Cambio de percepción estética o estilo de vida
- Rechazo a procedimientos quirúrgicos futuros
En muchos casos, la explantación puede acompañarse de una reconstrucción autóloga con injertos de grasa, permitiendo mantener volumen y forma sin necesidad de nuevos implantes.
¿Cómo elegir al especialista correcto?
Ante la abundancia de opciones, especialmente en redes sociales, es fundamental que la paciente tome decisiones informadas. Algunos criterios clave son:
- Verificar que sea Cirujano Plástico certificado, no simplemente Cirujano Estético
- Revisar resultados de casos previos documentados, preferiblemente con fotografías antes y después
- Asegurarse de que opere en clínicas habilitadas y con respaldo hospitalario
- Sentirse cómoda en la consulta prequirúrgica, con espacio para hacer preguntas, resolver dudas y compartir sus expectativas sin presión
- Preguntar por el seguimiento postoperatorio, posibles complicaciones y qué hacer en caso de alguna eventualidad
El éxito de una Mamoplastia no se basa solo en el tamaño o forma de los implantes. Depende en gran medida de la relación de confianza médico-paciente, la claridad de la información proporcionada y la posibilidad de un acompañamiento continuo. Un buen especialista será aquel que no solo realice una cirugía técnicamente perfecta, sino que también se enfoque en el bienestar físico y emocional de su paciente, priorizando siempre la seguridad y la salud a largo plazo.