La Hipertensión Arterial (HTA), también conocida como presión arterial alta, es una de las principales causas de Enfermedad Cardiovascular en el mundo.
Según datos del Ministerio de Salud y la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que en Colombia alrededor del 24% de los adultos mayores de 18 años viven con esta condición, muchas veces sin saberlo.
La Hipertensión Arterial es una enfermedad silenciosa, pero potencialmente mortal, que aumenta el riesgo de sufrir Infarto de Miocardio, Accidente Cerebrovascular (ACV), Insuficiencia Renal y otras complicaciones graves.
¿Qué es la Hipertensión Arterial?
La presión arterial es la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias cuando el corazón la bombea. Se mide en milímetros de mercurio (mm Hg) y consta de dos valores:
- Presión sistólica: la presión cuando el corazón late
- Presión diastólica: la presión cuando el corazón está en reposo entre latidos
Una lectura normal debe ser inferior a 120/80 mm Hg. Se considera Hipertensión cuando se mantienen cifras iguales o superiores a 140/90 mm Hg en múltiples tomas realizadas en diferentes días.
Clasificación de la Hipertensión Arterial
Según la Guía de práctica clínica del Ministerio de Salud de Colombia y los lineamientos internacionales como los de la American Heart Association (AHA), la presión arterial se clasifica:
- Normal: 120/80 mm Hg
- Elevada: 120-129/80 mm Hg
- Hipertensión Grado 1: 130-139/80-89 mm Hg
- Hipertensión Grado 2: ≥ 140/≥ 90 mm Hg
- Crisis Hipertensiva: ≥ 180/≥ 120 mm Hg
Causas y factores de riesgo de la Hipertensión
La Hipertensión puede ser primaria (esencial) o secundaria. En el 90-95% de los casos es primaria, lo que significa que no tiene una causa directa, pero está asociada con factores de riesgo modificables y no modificables.
Factores no modificables
- Edad (mayor riesgo a partir de los 50 años)
- Historia familiar de Hipertensión
- Raza (la población afrodescendiente tiene mayor predisposición)
- Sexo (mayor riesgo en hombres jóvenes y mujeres posmenopáusicas)
Factores modificables
- Dieta rica en sodio y pobre en potasio
- Obesidad o Sobrepeso
- Sedentarismo
- Consumo excesivo de alcohol
- Tabaquismo
- Estrés crónico
- Enfermedades como Diabetes Mellitus o Apnea del Sueño
Actualmente, el aumento de la urbanización, el estilo de vida sedentario y los cambios en la dieta han incrementado la prevalencia de estos factores de riesgo.
Síntomas: ¿Cómo se manifiesta la Hipertensión?
La Hipertensión Arterial suele ser asintomática en sus fases iniciales, lo que le ha valido el apodo de “asesino silencioso”. Sin embargo, cuando se presenta con síntomas, estos pueden incluir:
- Dolor de Cabeza persistente
- Mareos o Vértigo
- Visión borrosa
- Palpitaciones
- Dificultad para respirar
- Fatiga
- Sangrado nasal ocasional
Estos signos suelen aparecer cuando la presión arterial está muy elevada o ya ha causado daño en órganos blancos como el corazón, cerebro, riñones u ojos.
¿Cómo se diagnóstica la Hipertensión Arterial?
El diagnóstico se basa en la toma repetida de la presión arterial en diferentes momentos del día y en distintas consultas médicas. Además, los médicos pueden recurrir a:
- Monitoreo Ambulatorio de Presión Arterial (MAPA): útil para detectar Hipertensión de bata blanca o enmascarada
- Monitoreo Domiciliario de Presión Arterial (MDPA): permite una evaluación más realista de los valores fuera del consultorio
- Exámenes complementarios: análisis de sangre, orina, Ecocardiograma y fondo de ojo, para evaluar daño a órganos
Opciones de tratamiento para la Hipertensión Arterial
El tratamiento busca reducir la presión arterial a niveles seguros y prevenir complicaciones. Existen dos grandes pilares en el manejo:
Cambios en el estilo de vida
Son fundamentales tanto para prevenir como para tratar la Hipertensión Arterial. Consiste en:
- Reducir el consumo de sal (menos de 5g al día)
- Dieta tipo DASH (rica en frutas, verduras, cereales integrales, baja en grasas saturadas)
- Ejercicio aeróbico regular (30 minutos, 5 días a la semana)
- Pérdida de Peso
- Evitar el alcohol y el cigarrillo
- Control del Estrés (técnicas de relajación, terapia psicológica)
Tratamiento farmacológico
Cuando los cambios en el estilo de vida no son suficientes, o el paciente tiene Hipertensión en grados 1 o 2 con factores de riesgo, se indican medicamentos antihipertensivos como:
- Diuréticos tiazídicos
- IECA (Inhibidores de la Enzima Convertidora de Angiotensina)
- ARA II (Antagonistas del receptor de angiotensina)
- Betabloqueadores
- Calcioantagonistas
La elección del medicamento depende de factores como la edad, raza, comorbilidades (diabetes, enfermedad renal crónica, etc.) y efectos secundarios.
¿Qué pasa si no se controla la Hipertensión?
La Hipertensión no tratada o mal controlada puede llevar a complicaciones graves, como:
Complicaciones cardiovasculares
- Infarto de Miocardio
- Insuficiencia Cardíaca
- Aneurismas
Complicaciones neurológicas
- Accidente cerebrovascular (ACV)
- Demencia vascular
Complicaciones renales
- Nefropatía Hipertensiva
- Insuficiencia Renal crónica
Complicaciones oculares
- Retinopatía Hipertensiva
- Pérdida de Visión
Estas complicaciones son prevenibles con diagnóstico temprano, tratamiento adecuado y seguimiento continuo.
Recomendaciones para prevenir la Hipertensión
Algunas de las principales recomendaciones para prevenir la Hipertensión incluyen:
- Mida su presión regularmente, especialmente si tiene más de 40 años o antecedentes familiares
- Adopte una alimentación saludable: menos sal, más frutas y vegetales
- Mantenga un peso corporal adecuado
- Realice actividad física regularmente
- Evite el alcohol, el tabaco y el Estrés crónico
- Cumpla con sus controles médicos y, si ya está diagnosticado, siga el tratamiento al pie de la letra
La Hipertensión Arterial es una condición crónica que requiere atención médica constante, pero que puede ser controlada eficazmente con cambios en el estilo de vida y tratamiento farmacológico. En Colombia, donde un gran porcentaje de la población adulta vive con esta enfermedad, es importante fomentar la educación, el diagnóstico oportuno y la adherencia al tratamiento.
Consultar con un especialista en Medicina Interna o Cardiología es clave para prevenir complicaciones y mantener una buena calidad de vida.