La Hernia Inguinal es un defecto que ocurre en la pared abdominal, específicamente en la región de la ingle.
Para entenderla mejor, imaginemos la pared abdominal como un sándwich compuesto por varias capas:
- La primera capa es la piel, que sería como el pan: blanda y externa
- La segunda capa es una capa muscular más resistente, similar al jamón o la mortadela en el sándwich: es la que da firmeza
- La capa más interna es el peritoneo, una membrana delgada que recubre los órganos abdominales
En la región inguinal existen orificios naturales por donde pueden pasar estructuras normales del cuerpo, pero en ciertas condiciones estos orificios se debilitan o agrandan, permitiendo que parte del contenido abdominal, como grasa (epiplón) o incluso asas del intestino, se introduzcan por ese hueco, formando lo que conocemos como Hernia Inguinal.
Causas de la Hernia Inguinal
Las Hernias Inguinales pueden ser congénitas o adquiridas:
Hernias Inguinales Congénitas
Están presentes desde el nacimiento, son más comunes en recién nacidos y niños. A veces, pequeños remanentes que no causaron problemas al inicio pueden crecer y hacerse evidentes en la adultez
Hernias Inguinales Adquiridas
Este tipo de Hernias se desarrollan a lo largo de la vida por factores que debilitan la pared abdominal, como:
- Desnutrición, que afecta la calidad del tejido muscular.
- Esfuerzos físicos excesivos o repentinos (como cargar objetos muy pesados).
- Entrenamientos intensos y levantamiento de pesas en gimnasios sin protección adecuada
Un ejemplo típico es el de un paciente que, junto a otras personas, intentó sostener una viga pesada cuando uno del grupo tropezó. El esfuerzo súbito provocó la aparición inmediata de la Hernia.
Síntomas comunes
El síntoma principal de una Hernia Inguinal no complicada es la aparición de una masa dolorosa en la región inguinal. Algunos pacientes la describen como una "pelota" que aparece al hacer esfuerzo o al final del día y desaparece al recostarse.
En fases iniciales, puede que no haya abultamiento visible, pero sí un Dolor Abdominal difuso y difícil de describir. En esos casos, el examen físico puede no ser concluyente, por lo que una Ecografía de la Pared Abdominal es de gran ayuda para confirmar el diagnóstico.
Complicaciones graves
Cuando una Hernia no se trata a tiempo, puede complicarse. La complicación más temida es el atrapamiento del intestino dentro de la Hernia, lo que puede causar:
- Dolor Abdominal intenso
- Distensión del Abdomen
- Vómitos
- Obstrucción Intestinal
En casos extremos, la parte del intestino atrapada puede necrosarse (morirse), provocando una Peritonitis, una condición grave y potencialmente mortal.
¿Cuándo operar una hernia inguinal?
En cirugía se maneja una máxima clara: “Hernia diagnosticada, Hernia operada”. Esto se debe a que, en condiciones normales, una Cirugía electiva de Hernia Inguinal tiene una mortalidad muy baja, de alrededor de 1 en un millón.
En cambio, si se espera a que la hernia se complique, y especialmente en pacientes mayores de 65-70 años, la mortalidad puede alcanzar el 20-30%. Por eso, el mejor momento para operar es cuando la Hernia apenas comienza a desarrollarse, incluso si los síntomas son leves.
Tipos de cirugía para la hernia inguinal
Existen dos grandes grupos de técnicas quirúrgicas:
Cirugía Abierta
Las Cirugía Abierta puede realizares por vía anterior y vía preperitoneal, ambas técnicas se practican desde hace más de 100 años. Las ventajas de este tipo de cirugía es que ya son técnicas consolidadas, bajo índice de recurrencia. Sin embargo, al realizarse de forma abierta produce más dolor postoperatorio comparado con la Laparoscopia.
Cirugía laparoscópica
La Cirugía Laparoscópica de Hernia Inguinal puede realizarse por vía abdominal o extraperitoneal. La elección de esta técnica tiene beneficios importantes para el paciente como un menor dolor postoperatorio y una recuperación más rápida.
Sin embargo, algunas desventajas son que requiere anestesia general, equipos e insumos más costosos, e involucra mayor complejidad técnica.
Recuperación y cuidados postoperatorios
El proceso de recuperación sigue etapas muy claras:
- Día 1: el paciente ya puede caminar dentro de su casa. Es fundamental moverse temprano para evitar complicaciones
- Día 8: se retiran los puntos de la piel. Hasta entonces, se recomienda no salir de casa para minimizar el riesgo de infección
- A partir de la segunda semana: el paciente va retomando sus actividades progresivamente
- Restricción de esfuerzos físicos: no se deben levantar objetos pesados ni hacer ejercicios intensos por al menos tres meses, ya que esto es una de las principales causas de recurrencia de la hernia
¿Se pueden prevenir las Hernias Inguinales?
Aunque no todas las Hernias Inguinales pueden prevenirse, existen medidas que ayudan a reducir el riesgo:
- Evitar levantar pesos excesivos
- Mantener una Nutrición adecuada, especialmente en personas mayores, con buena ingesta de proteínas y vitaminas
- Utilizar fajas o cinturones de soporte abdominal si se realizan actividades físicas exigentes
- Consultar al médico ante los primeros síntomas, como dolor en la ingle o aparición de un bulto
La Hernia Inguinal es una condición frecuente, pero tratable. Reconocer sus síntomas tempranamente y consultar al especialista en Cirugía General y Laparoscópica es esencial para evitar complicaciones mayores. Gracias a las técnicas quirúrgicas disponibles hoy en día, el tratamiento es seguro y eficaz, siempre que se realice de forma oportuna.