El objetivo fundamental del Lifting Facial es lograr un resultado natural, sin crear un efecto de máscara en el rostro, sino aportando una sensación de relajación, bienestar y un efecto duradero que mejore el paso del tiempo en los tejidos.
Cirugía del Lifting y sus objetivos
El objetivo fundamental del Lifting Facial es lograr un resultado natural, sin crear un efecto de máscara en el rostro, sino aportando una sensación de relajación, bienestar y un efecto duradero que mejore el paso del tiempo en los tejidos.
La cirugía de lifting facial busca atenuar los efectos del envejecimiento en las personas que desean recuperar la armonía facial. Su propósito es mejorar la posición de los tejidos y devolverlos aproximadamente al lugar que ocupaban hace unos 12 a 14 años.
Para alcanzar resultados satisfactorios es necesario intervenir de manera adecuada, actuando sobre todos los elementos estructurales de la anatomía facial. No es posible obtener un buen resultado con una cirugía mínima si no se tratan correctamente las estructuras implicadas.
El acceso quirúrgico se realiza de forma lo más limitada posible, pero debe ser lo suficientemente amplio para permitir recolocar los tejidos en su posición natural. Todo ello procurando que la recuperación sea lo más rápida posible.
Técnicas de Lifting que podemos encontrar
Existen diversas técnicas de lifting facial. Para comprender por qué el cirujano elige una u otra, es importante saber que el envejecimiento afecta de manera diferente a las distintas zonas del rostro, las cuales pueden dividirse en tres: la parte superior (frente y cejas), la parte media y el cuello.
En la parte superior del rostro se utilizan técnicas endoscópicas, empleando endoscopia y cámaras de magnificación para visualizar con precisión todas las estructuras anatómicas. De esta forma, es posible elevar y reposicionar los tejidos de la frente, las cejas e incluso la parte media del rostro, actuando en un plano muy seguro, justo por encima del hueso. Este método ofrece resultados muy fiables y consistentes.
Candidato idóneo para someterse a este tipo de cirugía
Los candidatos ideales son personas que comienzan a notar los primeros signos de envejecimiento facial, como leves descolgamientos o pérdida de firmeza en determinadas zonas. También puede aplicarse en casos de envejecimiento más avanzado, aunque es recomendable realizar el procedimiento en pacientes más jóvenes, ya que los resultados tienden a ser más duraderos y naturales.
Tipo de anestesia que se utilizará
La seguridad es un aspecto fundamental en este tipo de cirugía. El rejuvenecimiento facial o lifting no debe realizarse únicamente con anestesia local. Es necesario contar con la asistencia de un anestesiólogo que administre una sedación profunda, garantizando la seguridad del paciente durante todo el procedimiento. Además, se utiliza una pequeña cantidad de anestesia local para facilitar la manipulación y adaptación de los tejidos.
Tiempo necesario para volver a la actividad cotidiana
Es importante planificar adecuadamente el tiempo de recuperación tras la cirugía de lifting facial. Se recomienda que el paciente disponga de una o dos semanas para descansar y realizar un postoperatorio completo, sin complicaciones. El tiempo exacto dependerá de la respuesta de los tejidos de cada persona, pero generalmente, a partir de las dos semanas es posible retomar las actividades cotidianas con normalidad.