La Displasia de Cadera es una alteración en la formación de esta articulación fundamental del cuerpo humano.
El término “Displasia” proviene del griego: “dis” significa dificultad y “plasia” hace referencia a la formación. Por tanto, Displasia implica una dificultad en el desarrollo adecuado de una estructura, en este caso, la Cadera. Esta condición puede presentarse en distintos grados y con diferentes consecuencias a lo largo de la vida del paciente.
¿Qué es la Displasia de Cadera?
La Cadera está formada por dos estructuras óseas principales: el ilíaco (parte de la pelvis) y el fémur. El ilíaco posee una cavidad en forma de cuenco llamada acetábulo, cuya función es contener y estabilizar la cabeza del fémur, que es redondeada. En condiciones normales, esta cabeza encaja de forma precisa y estable dentro del acetábulo, permitiendo un movimiento adecuado y sin fricción.
En la Displasia de Cadera, este encaje se ve alterado. El acetábulo puede estar mal formado (más plano o poco profundo), lo que impide que la cabeza del fémur se mantenga bien posicionada. Esto provoca grados variables de inestabilidad, desde una ligera incongruencia hasta una luxación completa (cuando la cabeza del fémur se sale de su sitio).
Tipos de Displasia de Cadera
La Displasia de Cadera no es una única presentación, sino un espectro de alteraciones en el desarrollo de esta articulación. Se reconocen principalmente cuatro formas:
- Cadera Displásica Simple: el acetábulo es poco profundo, pero la cabeza del fémur permanece dentro de él. Existe cierto juego o inestabilidad, pero no hay desplazamiento
- Cadera Inestable: la cabeza del fémur puede desplazarse parcialmente con ciertos movimientos
- Subluxación: la cabeza del fémur está parcialmente fuera del acetábulo
- Luxación: la cabeza del fémur está completamente fuera de su lugar
Cada una de estas formas representa una progresión en la gravedad del problema y requiere diferentes enfoques diagnósticos y terapéuticos.
¿Cómo se desarrolla la Displasia de Cadera?
El desarrollo embrionario de la Cadera es un proceso complejo que comienza muy temprano en la gestación. Aproximadamente al día 20 del desarrollo embrionario se forman los primeros esbozos de los miembros superiores, y hacia el día 24, los inferiores. Estas estructuras emergen inicialmente en una posición de “aplauso”, con los brazos y piernas rotando progresivamente para adoptar su orientación definitiva.
A la semana 11 del Embarazo, llega la inervación a la Cadera, y a partir de la semana 18 comienza la actividad muscular. Estos factores son fundamentales para un desarrollo articular adecuado. Si la inervación se retrasa o la movilidad fetal es limitada, el desarrollo del acetábulo puede verse afectado, favoreciendo la aparición de Displasia.
Diagnóstico de la Displasia de Cadera
El diagnóstico temprano es esencial para un tratamiento efectivo. En el caso de una Luxación, esta puede detectarse clínicamente al momento del nacimiento mediante la exploración física del recién nacido. Existen maniobras específicas para evaluar si la Cadera se encuentra en su lugar o si hay desplazamiento.
En los casos de Displasia simple, el examen físico puede ser completamente normal, ya que no hay desplazamiento evidente. En estos casos, estudios de imagen como la Ecografía (preferiblemente dinámica) o la Radiografía (a partir del tercer mes de vida) son útiles para confirmar el diagnóstico.
Un aspecto importante es que entre más temprano se detecte la Displasia o Luxación, mejores serán los resultados del tratamiento. El crecimiento rápido de la Cadera en los primeros meses permite una corrección más efectiva si se actúa de manera precoz.
Tratamiento de la Displasia de Cadera
El abordaje depende de la gravedad de la Displasia. Si se diagnostica una Luxación al nacimiento, el tratamiento comienza inmediatamente con un Arnés Ortopédico, como el Arnés de Pavlik, que mantiene las piernas en una posición específica para favorecer el encaje de la cabeza femoral en el acetábulo.
Mientras que, si la Cadera no se reduce con el uso del arnés, se debe recurrir a la reducción quirúrgica bajo anestesia general. En casos más leves, el tratamiento puede incluir vigilancia estrecha con imágenes periódicas y, en algunos casos, férulas o dispositivos ortopédicos.
Consecuencias a largo plazo
Si la Displasia no se trata adecuadamente durante la infancia, pueden surgir problemas en la adolescencia o la adultez. La incongruencia articular provoca un desgaste prematuro del cartílago, lo que lleva a una Artrosis de Cadera. Esta puede aparecer desde edades tempranas, como los 20 o 30 años, especialmente en personas activas físicamente, como deportistas.
Casos no tratados adecuadamente pueden requerir Reemplazo Total de Cadera en edades inusualmente jóvenes. Por ejemplo, hay registros de atletas que han necesitado prótesis de Cadera antes de los 30 años debido a Displasias no corregidas.
¿Se puede prevenir la Displasia de Cadera?
La Displasia de Cadera no se puede prevenir antes del nacimiento. Su diagnóstico solo es posible después del Parto, mediante exámenes físicos y estudios por imágenes realizados por un especialista en Ortopedia y Traumatología. La clave está en la detección precoz y tratamiento oportuno, para evitar complicaciones futuras y garantizar una función articular adecuada.
La Displasia de Cadera es una condición común, pero muchas veces silenciosa en sus etapas iniciales. Su detección temprana puede hacer una gran diferencia en la calidad de vida del paciente. Con un diagnóstico adecuado y tratamiento oportuno, es posible evitar complicaciones como la artrosis precoz o la necesidad de cirugía en la juventud. Por eso, es fundamental realizar una evaluación cuidadosa de la Cadera en todos los recién nacidos y mantener un seguimiento riguroso en caso de duda diagnóstica.