Dermatitis Atópica: síntomas y tratamiento (Parte 2)

El tratamiento para la Dermatitis Atópica depende de la frecuencia con la que aparecen los síntomas en el paciente. En casos graves se debe evitar el uso de jabón en todas las partes del cuerpo, salvo en las zonas que requieran mayor higiene

Principales manifestaciones

Las manifestaciones más frecuentes son diversas, entre las que destacan la piel seca o el eccema. El eccema es el enrojecimiento de la piel en un inicio, y después surge inflamación aguda en una especie de pequeñas microvesículas que prácticamente no son visibles al ojo humano, sino, tal vez, sólo por un alergólogo especializado.

Riesgos de descamación e infecciones

Posteriormente, es posible que surja descamación en ciertas zonas, principalmente en las flexuras de los brazos y de las piernas, detrás de las rodillas, en cara, cuero cabelludo, en la parte posterior de la espalda y, en algunos casos, es absolutamente generalizada, grave, severa, incapacitante. Frecuentemente, puede haber, cuando la enfermedad se agrava, manifestaciones de infección secundaria en la piel ocasionando mucho prurito, rasquiña, a veces en las zonas localizadas de la enfermedad, o bien, de manera generalizada, hasta el punto de también ser incapacitante y alterar el sueño.

Tratamiento para casos leves

El tratamiento para la Dermatitis Atópica depende de la frecuencia con la que aparecen los síntomas en el paciente. Cuando a los síntomas se clasifican como leves intermitentes, el uso de humectantes potentes, después de la ducha, muchas veces es suficiente; o en los casos leves persistentes, se le pide al paciente que evite el contacto con irritantes y que utilice jabones glicerinados, muy suaves o para niños.

Tratamiento para casos graves

En casos graves se debe evitar el uso de jabón en todas las partes del cuerpo, salvo en las zonas que requieran mayor higiene y, posteriormente en éstas, utilizar la suficiente cantidad de agua para evitar el efecto irritante de sustancias o químicos. Por otra parte, cuanto todas estas medidas no son suficientes o los síntomas son severos, se requiere el uso de medicación. Por un lado, se pueden usar medicamentos que disminuyen la rasquiña cuando ésta es intensa como son los antialérgicos o antihistamínicos, los cuales reaccionan o bloquean la acción de una sustancia que produce el prurito que es la histamina.