Las Convulsiones Febriles son un fenómeno neurológico que puede causar gran preocupación en padres y cuidadores, especialmente al presentarse de forma inesperada en el contexto de una fiebre.
Aunque son alarmantes, la mayoría de los casos son benignos y transitorios.
¿Qué son las Convulsiones Febriles?
Las Convulsiones Febriles son episodios convulsivos que ocurren en niños pequeños durante un proceso febril. Se consideran una condición dependiente de la edad, típicamente entre los seis meses y los cinco años, aunque pueden presentarse desde los tres meses y, en ciertos casos, hasta los seis o siete años si hay antecedentes de crisis previas dentro del rango habitual.
A diferencia de las crisis epilépticas, estas convulsiones no están asociadas a una Epilepsia diagnosticada ni a enfermedades subyacentes que afecten directamente al Sistema Nervioso Central, como la Hipoglucemia Severa, Trastornos Metabólicos o Infecciones Neurológicas.
¿Qué causa las Convulsiones Febriles?
Estas convulsiones aparecen en el contexto de infecciones que generan fiebre, como cuadros respiratorios o gastrointestinales. Es importante destacar que las infecciones del sistema nervioso central, como la Meningitis o Encefalitis, no se clasifican como Convulsiones Febriles, ya que las convulsiones en esos casos se deben a la afectación directa del cerebro.
Las Convulsiones Febriles no indican necesariamente una Epilepsia. De hecho, solo un pequeño porcentaje de niños desarrollará Epilepsia posteriormente. En el 97-98% de los casos, se trata de un evento autolimitado y sin consecuencias neurológicas a largo plazo.
Tipos de Convulsiones Febriles
Las Convulsiones Febriles se clasifican en simples y complejas, según sus características clínicas:
Convulsiones Febriles Simples
Representan alrededor del 90% de los casos. Para considerarse "simples", deben cumplir con todos los siguientes criterios:
- Generalizadas: afectan todo el cuerpo, usualmente en forma de crisis tónico-clónicas
- Únicas: ocurren una sola vez en un periodo de 24 horas
- Breves: duran menos de 10 a 15 minutos, según la bibliografía consultada
Estas características sugieren un cuadro benigno y de manejo conservador.
Convulsiones Febriles Complejas
Se consideran complejas cuando presentan al menos una de las siguientes características:
- Son focales, es decir, afectan solo una parte del cuerpo o se manifiestan con síntomas como desviación de la mirada o movimientos anómalos localizados
- Se repiten en un periodo de 24 horas
- Tienen una duración prolongada, superior a los 15 minutos
Cuando se identifican como complejas, puede ser necesario realizar estudios adicionales como Electroencefalograma o Neuroimagen, especialmente si se sospecha una causa de base diferente a la fiebre.
Diagnóstico de las Convulsiones Febriles
El diagnóstico es principalmente clínico. Una historia detallada del episodio, el contexto de fiebre y la exclusión de otras causas neurológicas permiten establecer el diagnóstico con seguridad.
Los estudios complementarios solo se indican en casos seleccionados, por ejemplo, cuando:
- Hay signos de infección del Sistema Nervioso Central
- Las crisis son atípicas o complejas
- Existe duda diagnóstica o factores de riesgo adicionales
Tratamiento y manejo de las Convulsiones Febriles
El manejo actual de las Convulsiones Febriles se basa en una estrategia conservadora. A diferencia de prácticas anteriores, no se recomienda el uso sistemático de medicamentos anticonvulsivantes para prevenir nuevas crisis, ya que:
- La mayoría de los niños no volverá a convulsionar
- Los medicamentos pueden producir efectos adversos innecesarios
- No existe evidencia de que su uso evite completamente la recurrencia
Control de la fiebre
Aunque el acetaminofén y otros antipiréticos pueden utilizarse para mejorar el bienestar del niño durante un episodio febril, no previenen la aparición ni recurrencia de Convulsiones Febriles. Su uso es meramente sintomático, para reducir el malestar asociado a la fiebre.
Pronóstico de las Convulsiones Febriles
El pronóstico de las Convulsiones Febriles es excelente. En la gran mayoría de los casos, el niño no sufrirá secuelas neurológicas ni desarrollará Epilepsia. A pesar del impacto emocional del episodio, los padres pueden tener la tranquilidad de que se trata de un evento transitorio y benigno.
Las Convulsiones Febriles son un evento común en la infancia, asociado a la fiebre, y que en la gran mayoría de los casos no representa una condición grave ni crónica. Con un adecuado conocimiento de sus características y un enfoque clínico claro con el apoyo de un especialista en Neurología Infantil, es posible evitar intervenciones innecesarias y ofrecer a las familias la orientación y tranquilidad que necesitan.