Cirugía de las Válvulas Cardiacas

Cirugía de las Válvulas Cardiacas

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Escrito por: La redacción de Top Doctors Fuentes: Top Doctors CO
Editado por: TOP DOCTORS® el 16/02/2023

El acceso clásico para el tratamiento quirúrgico de las valvulopatías se realiza mediante una esternotomía media, aunque las tendencias actuales para disminuir la agresión quirúrgica nos llevan a realizar accesos menos invasivos

Válvulas Cardiácas

Por ejemplo, para actuar sobre la válvula aórtica suelo utilizar una esternotomía parcial, a través de una incisión de 7-8 cm, en vez de los 15-20 cm de la esternotomía completa.

 

Una vez expuesto el corazón se necesita de la tecnología que permita excluir la función cardiaca y eso se consigue mediante la conexión del paciente a la máquina de circulación extracorpórea (máquina corazón-pulmón). En estas condiciones se puede parar y abrir el corazón de manera segura para el paciente y, de esta forma, acceder a las Válvulas Cardiacas.

 

Dos procedimientos para las Válvulas Cardiacas

 

Existen dos tipos de procedimientos en la cirugía de las válvulas cardiacas: la cirugía reparadora y la protésica. En la primera, se devuelve a la válvula dañada un correcto funcionamiento mediante diversas técnicas quirúrgicas. Es la válvula mitral la que más se puede beneficiar de este tipo de cirugía. Por otro lado, está la cirugía protésica, en la que se sustituye la válvula irremediablemente dañada por una prótesis.

 

En cuanto al tipo de prótesis, podemos distinguir entre las mecánicas y las biológicas. Las primeras están hechas de aleaciones metálicas que son resistentes y duraderas pero que precisan de tratamiento descoagulante con sintrom de por vida. Especialmente indicadas en menores de 65 años. Las prótesis biológicas, hechas de tejido animal, se deterioran con el tiempo y podría ser necesario cambiarlas aproximadamente a los 10 o 15 años, pero no necesitan descoagulación por lo que permiten una mejor calidad de vida. Éstas se utilizan con mayor frecuencia en mayores de 65 años.

 

Enfermedades que se tratan

 

Las distintas enfermedades pueden producir en una válvula una estenosis o estrechez (no abre bien), una insuficiencia (no cierra bien) o una doble lesión (ni abre ni cierra correctamente). Las valvulopatías más frecuentes son la enfermedad degenerativa, las relacionadas con la cardiopatía isquémica (infartos de miocardio), la fiebre reumática, y, por último, la endocarditis, provocada por una infección sobre una o varias válvulas.

 

Riegos y beneficios de la cirugía de válvulas cardiacas

 

Generalmente el paciente tiene síntomas claros, pero, en ocasiones, cuando no hay síntomas, el diagnóstico puede ser fortuito y observar ya un daño importante de la función cardiaca. Por ello es importante un diagnóstico y una cirugía lo más precoces posible. Si se detecta en un momento adecuado y la operación no se retrasa, la recuperación puede ser completa.

 

Hoy en día la mayoría de las operaciones de corazón forman parte de la rutina diaria de los cirujanos cardiacos, lo que permite que ofrezcamos al paciente una cirugía relativamente segura. De hecho, generalmente el riesgo viene condicionado más por otras patologías del enfermo que por la técnica cardíaca en sí. Aunque, evidentemente, la complejidad de la cirugía marque también el riesgo, son datos como la edad, estado de los riñones o pulmones, la arteriopatía extracardíaca o la “fragilidad” de los pacientes los que finalmente decidan el riesgo real de la operación.

 

La recuperación de la cirugía es progresiva y depende de cada paciente, situación social, situación preoperatoria y, sobre todo, del ánimo con el que afronten la cirugía. Es una recuperación que se tolera bastante bien, y muchos pacientes ya pueden hacer una vida relativamente normal al mes y medio de la operación.

 

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