Tradicionalmente, el Cáncer se ha concebido como una enfermedad de origen genético, provocada por la acumulación de mutaciones que alteran el crecimiento y la función celular. Sin embargo, cada vez existe mayor evidencia de que el metabolismo celular también desempeña un papel fundamental en su origen, desarrollo y progresión. Esta visión ha dado lugar a un nuevo enfoque en la lucha contra el Cáncer: el abordaje metabólico.
Metabolismo alterado en las células tumorales
Las células cancerosas presentan cambios profundos en su forma de nutrirse, producir energía y respirar. Estas alteraciones no son simples acompañantes de las mutaciones genéticas; en muchos casos, las preceden y favorecen. A grandes rasgos, las células tumorales:
- Modifican su producción de energía, generándola de manera menos eficiente que las células sanas
- No utilizan adecuadamente el oxígeno, al grado de considerar su presencia como tóxica
- Transforman su entorno, acidificando los tejidos que las rodean para facilitar su expansión
Estos cambios no son irrelevantes: representan vulnerabilidades metabólicas que pueden ser aprovechadas terapéuticamente. La forma en que una célula respira, se alimenta y produce energía no sólo influye en su comportamiento, sino que también puede condicionar su transformación en una célula maligna.
Abordaje convencional vs. abordaje metabólico
El tratamiento del Cáncer se apoya principalmente en estrategias como la cirugía, la Quimioterapia, la Radioterapia, la Hormonoterapia, la Inmunoterapia y las Terapias de Precisión. Estos enfoques, avalados por décadas de investigación, continúan siendo pilares indispensables en la atención oncológica.
El abordaje metabólico no pretende reemplazar estas terapias, sino complementarlas. Su objetivo es actuar sobre las alteraciones metabólicas específicas de cada paciente, reforzando la efectividad de los tratamientos convencionales. Entre sus principales líneas de acción se encuentran:
- Diagnosticar las debilidades metabólicas propias del Tumor
- Reducir el acceso del Tumor a fuentes de energía como la glucosa
- Modificar el entorno celular para obstaculizar la supervivencia tumoral
Este modelo promueve una Oncología Integrativa: una combinación equilibrada y fundamentada de tratamientos tradicionales y estrategias metabólicas que busque optimizar los resultados terapéuticos.
Evaluación del estado metabólico en Oncología
Antes de intervenir directamente sobre el metabolismo tumoral, es esencial valorar el estado metabólico general del paciente. Este análisis permite identificar desequilibrios que podrían favorecer el crecimiento del Cáncer o dificultar su tratamiento. Se consideran parámetros como:
- Niveles de azúcar, colesterol y triglicéridos en sangre
- Indicadores de inflamación como la velocidad de sedimentación globular
- Estado hematológico a través de un Hemograma completo
Un marcador clave en esta evaluación es la lactato deshidrogenasa (LDH). Una LDH elevada suele ser indicativa de mitocondrias disfuncionales, un hallazgo frecuente en pacientes con Cáncer, independientemente de la localización del Tumor.
Análisis avanzados del metabolismo tumoral
En países de Europa Central, ya es práctica habitual realizar análisis específicos en sangre para detectar alteraciones metabólicas asociadas a procesos oncológicos. Entre los más destacados se encuentran:
- TKTL1 (transcetolasa 1), vinculado a la respiración celular alterada
- Apo10, relacionado con cambios en los mecanismos de apoptosis o muerte celular programada
Aunque estas pruebas aún son poco accesibles en América Latina y Estados Unidos, representan una herramienta prometedora para el diagnóstico y la personalización del Tratamiento Oncológico.
Por otro lado, los Análisis Moleculares de Nueva Generación (NGS) permiten identificar mutaciones genéticas que impactan directamente el metabolismo tumoral. Un ejemplo es la mutación en el gen IDH1, que se asocia con un comportamiento más agresivo de ciertos Tumores.
Actualmente, existen medicamentos de precisión, como el ivosidenib, que actúan específicamente contra estas alteraciones, abriendo nuevas posibilidades terapéuticas en casos como el Colangiocarcinoma Intrahepático.
Integrando enfoques para combatir el Cáncer
La comprensión del Cáncer como una enfermedad puramente genética está evolucionando. Las alteraciones metabólicas no sólo acompañan esta enfermedad, sino que en muchos casos la impulsan. Reconocer y tratar estas alteraciones ofrece una nueva vía para mejorar el diagnóstico, el tratamiento y la prevención.
El abordaje metabólico, aplicado de manera integrada junto con los tratamientos convencionales, representa una oportunidad para fortalecer la lucha contra el Cáncer, personalizar las estrategias terapéuticas y ofrecer opciones a los pacientes cada vez más efectivas y seguras.