El Cáncer Gástrico es una de las enfermedades más graves y silenciosas del sistema digestivo. Su origen no puede atribuirse a una sola causa, sino a la interacción compleja de múltiples factores, entre los que destacan la predisposición genética, los hábitos alimenticios, la presencia de infecciones como Helicobacter pylori y, especialmente, las dificultades emocionales profundas no resueltas.
Cáncer Gástrico: Un origen multifactorial con raíz emocional
A diferencia de lo que se suele pensar, el Cáncer Gástrico no es únicamente consecuencia de una bacteria o una mala alimentación. Si bien estos son elementos que pueden contribuir, el factor más determinante parece ser una grave crisis emocional que no ha podido ser manejada de forma consciente.
Estas dificultades, cuando se reprimen y quedan alojadas en el inconsciente, alteran la psicosomática del cuerpo: modifican la química, la función orgánica y pueden dar lugar al desarrollo del Cáncer Gástrico. Desde esta perspectiva, se entiende que no basta con tratar el cuerpo; es necesario abordar también el conflicto emocional de fondo.
El papel del Helicobacter pylori y su verdadera dimensión
Aunque existe una amplia difusión sobre los riesgos del Helicobacter Pylori, su influencia está a menudo sobrevalorada. En países como Colombia, más del 99% de la población porta esta bacteria, y, sin embargo, solo 14 de cada 100,000 habitantes desarrollan Cáncer Gástrico.
Esto indica que, si bien el H. Pylori puede actuar como cofactor, no es el desencadenante principal.
La importancia del diagnóstico precoz
Una de las principales dificultades del Cáncer Gástrico es que en sus etapas iniciales no presenta síntomas evidentes. Cuando comienzan a aparecer, la enfermedad ya suele estar en una fase avanzada, lo que reduce significativamente las posibilidades de curación.
Por ello, la única forma de detectarlo a tiempo es mediante una Endoscopia Digestiva alta (EGD). Este procedimiento permite identificar lesiones premalignas hasta 20 años antes del desarrollo del Cáncer, lo que abre una valiosa ventana para actuar.
¿Cuándo realizar una Endoscopia?
- A partir de los 35 años, incluso sin antecedentes familiares, se recomienda realizar una Endoscopia cada cinco años
- En personas con antecedentes familiares, lo ideal es comenzar el tamizaje diez años antes de la edad en la que fue diagnosticado el familiar más cercano
Estas prácticas de vigilancia endoscópica son fundamentales para reducir la mortalidad asociada al Cáncer Gástrico.
Tratamientos disponibles para el Cáncer Gástrico: desde lo médico hasta lo emocional
El enfoque del tratamiento depende directamente del momento en que se diagnostica la enfermedad:
- En etapas tempranas, el Cáncer Gástrico puede ser resecado endoscópicamente con técnicas avanzadas, como las utilizadas en Japón
- En fases avanzadas, las opciones como la Cirugía y la Quimioterapia tienen resultados limitados. La curación completa es poco frecuente con los métodos tradicionales
Sin embargo, se ha observado que al explorar y hacer consciente la crisis emocional que dio origen a la enfermedad, las posibilidades de mejoría aumentan notablemente. Este abordaje se realiza a través del estudio biográfico psicosomático de la enfermedad, un modelo desarrollado en colaboración con la Fundación Psicosomática de Colombia, que integra elementos del psicoanálisis con la medicina tradicional.
Avances complementarios y estrategias de prevención
Además de los tratamientos convencionales y psicoemocionales, existen otros factores que pueden contribuir a reducir el riesgo de Cáncer Gástrico, como:
- Ayuno intermitente y mejoras en la alimentación con énfasis en alimentos antioxidantes
- Desarrollo de pruebas serológicas de pepsinógeno, que podrían facilitar el tamizaje masivo en el futuro
- Fortalecimiento del bienestar emocional como herramienta preventiva
El rol de la felicidad y el equilibrio emocional
Una persona emocionalmente estable, con una vida plena y feliz, tiene menos probabilidades de desarrollar Cáncer Gástrico y otros tipos de Cáncer. Esto resalta la necesidad urgente de trabajar en la salud emocional individual y colectiva, especialmente en una sociedad cada vez más afectada por el estrés, las pérdidas y las crisis vitales profundas.
El Cáncer Gástrico no es solo una enfermedad del estómago: es un reflejo de desequilibrios complejos que involucran tanto al cuerpo como a la mente. Su diagnóstico temprano mediante Endoscopia y su tratamiento desde una visión integral —que incluye lo médico con un Gastroenterólogo, lo emocional y lo preventivo— son claves para mejorar el pronóstico y calidad de vida de quienes lo enfrentan. Prevenirlo implica también sanar las heridas invisibles que afectan la salud desde adentro.