Cáncer de Cuello Uterino: ¿cómo prevenirlo?
Dado que es una enfermedad en su mayoría asintomática, se enfatiza en el tamizaje como herramienta de prevención
En este artículo vamos a abordar la importancia de la prevención en el Cáncer De Cuello Uterino y sus características fundamentales.
Las lesiones precancerosas del cuello uterino y el Cáncer de dicho órgano son patologías lamentablemente frecuentes. Anteriormente, el Cáncer De Cuello Uterino ocupaba el primer lugar en frecuencia en mujeres, pero actualmente es el segundo debido al aumento de casos de Cáncer de Seno. Las lesiones precancerosas del cuello uterino son la patología más relevante en este contexto.
Síntomas y etapas de la enfermedad
En las etapas tempranas, el Cáncer de Cuello Uterino suele ser asintomático, lo que dificulta su detección.
Las lesiones precancerosas del cuello uterino son usualmente silenciosas, conforme la enfermedad progresa, pueden surgir síntomas como sangrado durante las relaciones sexuales (sinusorragias) y flujo vaginal anormal.
Las lesiones avanzadas pueden generar daño en tejidos vecinos y afectar la vejiga, el recto e incluso el uréter, ocasionando complicaciones severas.
Virus del Papiloma Humano (VPH) como principal causa
El Cáncer de Cuello Uterino se asocia en gran medida con el Virus del Papiloma Humano (VPH), siendo los virus 16, 18 y 45 los más agresivos y causantes del 70% de los casos.
Dado que es una enfermedad en su mayoría asintomática, se enfatiza en el tamizaje como herramienta de prevención, se recomienda que las mujeres inicien exámenes de tamizaje entre los 21 y 25 años. El seguimiento puede ser cada tres a cinco años y se emplean pruebas de citología y tipificación del VPH.
Diagnóstico y tratamiento
El diagnóstico de esta enfermedad se logra mediante exámenes como la Colposcopia, que permite una visualización detallada del cuello uterino. En casos de Cáncer temprano, la sobrevida es alta, sin embargo, la prevención es clave.
La Vacuna contra el VPH es una herramienta poderosa, siendo ideal su aplicación antes de la actividad sexual. Además, los programas de tamizaje y el diagnóstico temprano son fundamentales para evitar que la enfermedad progrese a estados avanzados.