Acné, afección cutánea recurrente
Su prevención se basa en el tratamiento oportuno para evitar manchas y cicatrices
El Acné es una dermatosis inflamatoria del folículo pilosos y sus glándulas sebáceas en la que intervienen la genética, unas bacterias de la piel y la inmunidad de las personas.
Es causada por la conjunción de los factores mencionados en personas predispuestas genéticamente. Se caracteriza por la aparición de pápulas, pústulas y espinillas sobre un cutis casi siempre grasoso, cuya identificación permite su diagnóstico.
En su tratamiento se usan antibióticos y derivados de la vitamina A, así como jabones especiales. Su prevención se basa en el tratamiento oportuno para evitar manchas y cicatrices por lo que es recomendable acudir al Especialista a tiempo.
Acné y los estragos en la piel
Las cicatrices, que son las secuelas más notables, se evitan con el tratamiento adecuado prematuro y una vez formadas se puede recurrir a procedimientos como técnica de micro agujas, pequeñas cirugías y láser.
Sobre las Manchas de la Piel, sus causas son muchas. Respecto a las manchas que se observan en la cara, principalmente en mujeres, es importante comentar que se relacionan con los embarazos, anticonceptivos u otros medicamentos y la exposición al sol en personas predispuestas a mancharse.
Estas manchas, conocidas como Melasma, producen mucha preocupación en las personas porque están en la cara e influyen en la apariencia de las mismas. Generalmente aparecen a partir de la tercera o cuarta década de vida, frecuentemente en mujeres.
Su diagnóstico no requiere de exámenes de laboratorio, basta con consultar al Dermatólogo.
Para su tratamiento se usan protectores solares, sustancias despigmentantes y más recientemente, medicamentos tomados, así como procedimientos estéticos y quirúrgicos menores.
En su prevención intervienen todas las medidas que ayuden a protegerte de la radiación solar y evitar ciertos medicamentos.