Accidentes en el Hogar: Riesgos comunes en niños y cómo prevenirlos eficazmente
Aunque el hogar debería ser el lugar más seguro para los niños, la realidad es que muchos de los accidentes que terminan en Urgencias Pediátricas ocurren dentro de casa. Desde caídas hasta ingesta de cuerpos extraños o sustancias tóxicas, los niños (especialmente los menores de 5 años) son altamente vulnerables a sufrir lesiones. La buena noticia es que la mayoría de estos accidentes pueden prevenirse si se toman las medidas adecuadas.
Accidentes comunes en casa: lo que más preocupa en Urgencias
Uno de los motivos más frecuentes de consulta en los servicios de Urgencias Pediátricas es el atragantamiento. Esto ocurre cuando los niños ingieren objetos pequeños no comestibles como:
- Juguetes
- Monedas
- Pilas
- Cuerpos extraños que introducen en la nariz o los oídos
Otro Accidente en el Hogar muy común es la ingesta de sustancias tóxicas, como productos de limpieza o medicamentos que estaban al alcance de los pequeños. El color llamativo y los aromas agradables de estos productos pueden hacer que los niños los confundan con algo comestible.
Zonas de alto riesgo en el hogar
Algunas áreas de la casa representan mayores peligros para los niños pequeños:
- La cocina: aquí, los niños pueden tener acceso a cuchillos, utensilios calientes o líquidos que causan Quemaduras
- Zona de lavado: es común que los productos de limpieza como detergentes, blanqueadores y jabones estén mal almacenados
- Alacenas o cajones con medicamentos: si no están bajo llave o fuera del alcance, se convierten en una amenaza silenciosa
Grupo más vulnerable
Los niños menores de 5 años, y en particular los menores de 2 años, son los más propensos a sufrir accidentes en el hogar. En esta etapa de la vida, están descubriendo el mundo y tienen una gran tendencia a llevarse todo a la boca. Además, los lactantes utilizan la boca como su principal herramienta de exploración.
Prevención efectiva: cómo reducir riesgos en casa
Algunas medidas preventivas incluyen:
- Almacenamiento adecuado: guarda los productos tóxicos y medicamentos en lugares altos o bajo llave. No basta con cerrar un cajón; los niños son curiosos e inteligentes, pueden identificar qué llave abre qué cerradura
- Evita los juguetes con pilas: especialmente las pilas tipo botón, que pueden causar lesiones graves si se ingieren
- Usa la regla del papel higiénico: no des a un niño ningún juguete u objeto que pueda pasar por el tubo del papel higiénico, ya que representa un riesgo alto de Asfixia o de ser introducido en los orificios del cuerpo
- Bloquea el acceso a zonas peligrosas: Utiliza puertas de seguridad en las escaleras y seguros a prueba de niños en ventanas y balcones
- Evita el uso de caminadores: contrario a la creencia popular, no ayudan a caminar y, por el contrario, aumentan el riesgo de caídas y lesiones graves
Educación desde pequeños: los niños sí entienden
Desde los 2 años, los niños ya comprenden explicaciones simples. En lugar de hablarles en negativo, es mejor reforzar conductas positivas:
- Indicarles con qué juguetes sí pueden jugar
- Establecer zonas seguras del hogar para el juego (por ejemplo, la habitación o el parque)
- Explicarles que los medicamentos sólo deben ser administrados por un adulto
Este enfoque no solo previene accidentes, sino que también promueve la autonomía segura del niño.
Caídas: el otro gran enemigo silencioso
Las caídas en el hogar son otra causa común de lesiones, especialmente en lactantes que comienzan a gatear o caminar. Algunas recomendaciones importantes incluyen:
- No dejar nunca a un bebé solo
- Eliminar el uso de caminadores con ruedas
- Instalar mallas de seguridad en balcones
- Colocar seguros en ventanas
- Acompañar siempre al niño en las zonas de riesgo
Recuerda que prevenir salva vidas
El primer paso para evitar los Accidentes en el Hogar es conocer los riesgos y hablar sobre ellos. Si bien no es posible evitar todos los incidentes, la mayoría de ellos pueden prevenirse con medidas simples como el almacenamiento seguro, la supervisión constante y la educación desde temprana edad.
Un hogar más seguro no requiere de grandes inversiones, sino de atención, conciencia y pequeños cambios que hacen una gran diferencia.