Varicela en niños y adultos: ¿cómo identificarla y tratarla? (P1)
La varicela es una de las enfermedades infectocontagiosas más frecuente en la población infantil y adulta.
La varicela es causada por un virus de la familia del herpes que se expresa en el organismo de manera diferente.
La causa principal de esta enfermedad es haber tenido o tener contacto con una persona que tiene o tuvo recientemente varicela, ya que es altamente contagiosa.
Síntomas de la varicela
Algunas de las manifestaciones evidentes de la varicela son fiebre y la aparición de punticos rojos que, gradualmente, se convierten en pequeñas ampollas de agua.
Estas ampollas de agua son conocidas por pediatras como vesículas y se originan de manera característica en el tronco, es decir, en el tórax y la espalda hasta diseminarse por el resto del cuerpo.
Otros síntomas son malestar e indisposición del paciente.
Líquido de las ampollas: principal transmisor del virus
El problema de estas vesículas es que, eventualmente, llegan a romperse. Y debido a que esta agua está llena de una gran cantidad del virus de la varicela, las personas se contagian por estar en contacto con esta sustancia o al quedar en el medio ambiente y respirarse.
El contagio se lleva a cabo por medio de un periodo de incubación de hasta 3 semanas. Posteriormente, se ven los primeros síntomas en el paciente. Al detectar las primeras señales es recoendable acudir a un especialista para determinar el tipo de enfermedad.
Esto quiere decir que si un niño o una persona ha estado en contacto con alguien que padece o padeció varicela y no tiene vacuna, es muy probable que en un periodo de 3 semanas empiece a desarrollar la enfermedad.